El mortal agente secreto de la CIA, Bob Stone (Dwayne Johnson), fue víctima de acoso durante sus años escolares al no ser uno de los chicos populares, siendo el único que fue amable con el Calvin Joyner (Kevin Hart), quien disfrutaba ser el más querido de su generación. Años después, antes de una reunión de generación, Joyner es un contador promedio en una empresa regular, y se siente decepcionado porque no cumplió las expectativas de ser “el que más destacaría” como lo creían sus compañeros, dejando atrás y abandonados esos sueños de gloria.
Es entonces cuando Bob reaparece, convertido en una gran máquina de acción y peligro (pero que no abandona su amor por los unicornios ni su admiración por el gran “Golden Jet”) para pedir su ayuda en un caso (sin realmente pedírsela y más bien meterlo a la fuerza) que para cuando se dé cuenta en el peligro que esta inmiscuido, será demasiado tarde y solo le quedara meterse al mundo del espionaje internacional.
Al parecer el tema de moda en el cine es el bulllying (vamos, siendo un problema internacional, es obvio que se reflejara de alguna manera) y “Un Espia y Medio” lo utiliza no solo para entretener, si no para intentar transmitir un mensaje… “nunca te dejes vencer sin importar las circunstancias, siempre se tú mismo”, ilustrado de manera muy bien lograda por el carismático Dwayne “La Roca” Johnson (¿es que acaso existe algún papel en el que lo pongas y no se convierta en un éxito de taquilla?) quien en la cinta cambia de apariencia física, pero no de forma de ser, siempre anteponiendo los valores como la justicia, pero principalmente la amistad, a pesar de ser una cinta de humor absurdo y muchos balazos, bien vale la pena para pasar un muy agradable rato.
La ternura con la que se puede mover un gigantesco hombre como La Roca en esta cinta la hace muy agradable y digerible, y por qué no, un tanto motivadora por el tema que ya platicamos.
Haganme un favor, vayan a verla, y no se pierdan los bloopers al final de la cinta, están ¡IMPERDIBLES!!