Debo dejar algo claro, en cuestión de comics, disfruto mucho de las dos casas más famosas, puedo contar a Batman dentro de mis personajes favoritos (¿Quién no?), pero el universo cinematográfico que tienen actualmente solo se puede definir con una palabra… “desastre”.
Creo que desde la tercera entrega de Nolan, no se ha sabido interpretar de manera correcta el potencial que estos personajes y sus historias tienen, siendo Batman v Superman un muy fallido intento (pero no volveré a meterme en ese debate), y queda muy entendido que Suicide Squad, es el primer paso que intentan dar para conseguir corregir el camino, y lo digo ahora, es un buen intento, pero aun así, no es una excelente película (como algo de su importancia merecería), no pasa de ser un film medianamente entretenido, pero sin alma, que tarda en arrancar y que en ningún momento le concede profundidad a sus personajes… cree que por meramente representarlos en pantalla, deben ser amados.
David Ayer, director de la cinta, toma a un grupo de villanos, “lo peor de lo peor”, que deben de convertirse en antihéroes, para llevar a cabo una misión que nadie más realizaría, especialmente después de considerar la posibilidad de que algún día llegue un “meta humano” tan fuerte como Superman, pero que no comparta sus principios ni su amor por el planeta, así que serán ellos, quienes de manera un tanto obligada, deban salvar el día.
La historia, de inicio, parecía una idea sólida, que podía dar mucho de sí, pues los personajes podían no tomarse tan en serio, pero cuando tu película tarda en arrancar más allá de media hora por que te dedicas hasta a hacer doble presentación de tus personajes sin explicar de qué trata tu historia y tienes que basar gran parte del interés en la música con la que presentas a cada uno, creo que ya tenemos un problema (y si, la selección musical es muy buena). Mientras avanza la historia, el desarrollo de cada uno queda trunco por dos cuestiones, primero, la cinta está diseñada para hacer lucir al personaje de Margot Robbie, la famosa Harley Quinn (si, aun por arriba del Deadshot de Will Smith), quien más que una psicópata asesina, parece una niña actuando como tonta para que la gente a su alrededor crea que está loca, desluciendo al resto en buena parte, y segundo, la inclusión tan forzada del Joker de Jared Leto (quien lamentablemente para mí, es uno de los peores que he visto, sin esencia, sin motivo o razón para querer seguirlo viendo en pantalla, a pesar de lo poco que sale y que si no hubiera aparecido, no habría pasado nada, es más, creo habría sido mejor), y que cada vez que habla con alguien, da la impresión de que lo quiere violar o algo raro… así que para cuando los villanos se permiten alcanzar su potencial, estamos casi al final de la cinta.
Uno de los personajes mejor construidos y que tienen un contexto que lo vuelve de lo mejor de la cinta, es Diablo, y aunque no lo pareciera, toma un papel bastante importante dentro del equipo.
Buena parte se convierte en una serie de flashbacks, bastante innecesarios a mi parecer de querer mostrar el pasado de la relación entre Joker y Harley, para convertirlos en esa “loca pareja taaaaan enamorada” que a la gente le gusta creer que son, y que me parece un desperdicio de historia (¿dónde queda el Joker cuya principal motivación siempre será el crimen?).
DC sigue perdido con el desbarajuste que tiene de historias y personajes, intenta corregir el rumbo, pero aún no lo logra (aun queda la esperanza de Justice League antes de rendirnos por completo), así que, por ahora, lo único que puedo decir es que Escuadrón Suicida es “un tanto” simpática y divertida, sin realmente encontrar forma dentro de la serie de historias que intentan lograr, pero, su mejor logro, es que es infinitamente mejor (y mucho más entretenida) que el maldito plomo que fue Batman v Superman, y no nos engañemos, es la película obligada que todo mundo vera este fin de semana, sin importar que pudiéramos decir.
Seguiré esperando a que DC en algún momento lo logre, lo intento, pero aun no llega.