Todd Phillips parecía estar destinado a ser recordado en la historia de Hollywood como un director de buenas cintas cómicas (especialmente “The Hangover”, 2009) pero nada más, ese sería su género y podríamos pasar a mejores cosas, siendo así, sin mayores sorpresas, que llego el tráiler de “War Dogs” (Amigos de Armas), que nos presentaba, una vez más, una comedia de amigos que al parecer se la pasan bomba mientras trafican armas y se comportan como idiotas, con potencial simpático, paro nada más… Vaya que estábamos equivocados y a quien armó ese tráiler, deberían correrlo, porque definitivamente no le hace justicia a la gran cinta que pudimos ver.
De inicio, los protagonistas se podían prestar a que si, en verdad fuera una cinta 100% de comedia, lo cual no quita que sean excelentes actores, pero conforme te vas adentrando en la historia, te das cuenta que, si bien es una cinta con momentos cómicos (vamos, los protagonistas son jóvenes dispuestos a vivir bien la vida, ¿quién no querría pasarla bien?) mientras más avanza la misma, te vas topando con grandes sorpresas, terminamos con la grata sorpresa de estar ante una gran sátira irascible, con diálogos hirientes, de esos que no dejan títere con cabeza, y que plantea situaciones capaces de incomodar a todos los involucrados en el negocio de la guerra, desde el presidente hasta el pentágono, pasando por todos los fabricantes y comerciantes de armamento, así como las hipócritas relaciones económicas entre los países.
Al poner en descubierto acciones políticas injustificables que llevan a Estados Unidos de guerra en guerra, se denota como los grandes errores solo van acrecentando el problema, llevando al gobierno a verse obligado a recurrir al mercado negro de las armas y a continuar enmarañando una muy profunda red de corrupción, y mucho más preocupante es pensar, que la cinta está basada en hechos reales, quienes con un poco de ingenio, lograron pasar de comprar pequeñas tandas de armamento para ganar unos buenos dólares, a cerrar un trato de $300 millones de dólares para armar al ejército Afgano, mezclándose así en un peligroso juego de intereses, pasando así de la sátira a un profundo drama con tintes políticos.
Milles Teller como David Packouz, logra un muy buen papel como un chico que se topa con su mejor amigo de la infancia, y que poco a poco se va uniendo al mundo de la venta de armas, sin tener una idea de lo que realmente sucede, pero debemos decir, que es Jonah Hill, quien interpreta al mejor amigo de David, Efraim Diveroli quien roba completamente la película como un tipo descarado que pierde totalmente el juicio en una situación demasiado complicada, que a nadie extrañe verlo nominado una vez más a un Oscar.
Por favor, olviden el horrible tráiler con el que han anunciado esta cinta y háganse el favor de verla, no tiene pierde alguno.