Mucho se dice, y se siente como una queja general cuando Hollywood sale con la idea de “rebootear” una película, en especial, si esta ha sido famosa o si de menos se ha vuelto de cierto culto para la gente, cosa que le ha pasado a “Mi Amigo el Dragón” al momento de ser anunciado que una nueva versión vería la luz 39 años después de la original (que seamos realistas, no muchos la recuerdan y otro tanto no la considera el mega clásico), dejando de lado el aspecto juguetón súper caricaturesco de Elliot (y su pelito morado) ahora con un dragón hecho completamente por medio de CGI y con un look más cercano a los animales que vimos recientemente en “El Libro de la Selva”, pero manteniendo la esencia del niño criado de manera un tanto silvestre y a quien este singular personaje acoge, cosa que eventualmente lo llevara a tener un fuerte choque cuando se reencuentre con la civilización.
En esta ocasión, los papás de Pete fallece en un accidente automovilístico, donde el milagrosamente se salva, y justo antes de ser devorado por una manada de lobos, es salvado por un enorme dragón, quien se convierte en su familia y con quien vive durante seis años en el bosque hasta que es encontrado y comienza la lucha por permanecer en el lugar que conoce como su hogar, o una nueva familia. Este nuevo Elliot es nada más y nada menos que un peluche gigante que te dan ganas de adoptarlo y abrazarlo todo el día sin importar que sea una criatura que escupe fuego cuando se enoja.
La trama de la cinta es sencilla, lo que la hace ideal para ir acompañado con los pequeños de la casa y lo suficientemente atractiva para que los papás ña disfruten. Su moraleja no solo apunta a la amistad y la familia, sino también a la ecología, así como a la creatividad, siempre emotiva como buena película Disney.
Un buen remake de una cinta que creo habemos quienes recordamos a la original con cierto cariño, que, si bien no tiene mucho de la misma, solo la esencia y permite que esta cinta sea original por propia cuenta, haciéndola una película bonita de la que es fácil enamorarse.