Laika Entertainment es una casa productora de películas animadas en stop-motion que se ha distinguido por la calidad, no solo de sus productos de manera visual, si no dentro del cuidado que ponen dentro de la historia, bastando decir, que a pesar de que comenzaron operaciones en 2005, tan solo han estrenado 4 películas (Coraline, ParaNorman, Boxtrolls y Kubo), lo que nos habla de la dedicación que ponen en cada una de ellas, además de la fabulosa decisión corporativa, de nunca realizar secuelas. Su nueva cinta “Kubo y la Búsqueda Samurai”, no se aleja de este concepto, donde siempre se evidencia una madurez tanto en su guion como en su animación.
En esta ocasión, nos vemos inmersos en una cinta que nos habla sobre tomas bastante importantes como son, la muerte, el amor, la valentía, el recuerdo que dejan en nosotros nuestros seres queridos que ya no están y la lucha personal por ser mejor cada día, todo esto, nos deja frente a una de las mejores cintas animadas del año.
“Kubo y La Búsqueda Samurai” nos lleva al antiguo Japón, uno donde la realidad y la magia conviven, donde Kubo, un pequeño niño que vive en una montaña, alejado de la sociedad, debe cuidar a su madre ganando dinero en el pueblo con su talento especial para el origami y la música, hasta que, el pasado del que estaban escondiéndose los alcanza, y Kubo se ve obligado a reunir las tres partes perdidas de una armadura sagrada, que es lo único que podrá salvarlo. En esta aventura no estará solo, ya que lo acompañan “Simio” y “Escarabajo”, un par de legendarios cuidadores que serán parte de esta aventura como parte significativa del compañerismo y humor de la película, y que se convertirán en inolvidables y entrañables personajes.
La cinta se mueve de manera sencilla y natural desde el comienzo, moviéndose entre la realidad y la fantasía, haciendo que la misma sea ágil y mantenga nuestra atención totalmente centrada en la historia, sin llegar a sentirse forzada en ningún momento.
Muy importante notar, el vínculo que crean los personajes entre ellos, el cómo sus relaciones los van volviendo indispensables, donde poco a poco se va formando el trasfondo de la película, donde un pequeño niño, debe encontrar su identidad dentro de un mundo que parece esforzarse en no permitírselo, cosa que termina siendo mucho más importante que el solo llegar a un destino y vencer al malo… es mucho más profunda que eso, aunque no menos interesante la batalla final.
Punto muy importante es que la cinta puede ser disfrutada tanto por niños como adultos, pues lo temas tratados se pueden entender dentro de varias capaz, tanto la diversión y una animación que llama la atención de los pequeños, como los temas más profundos que cautivaran a los padres. Por mucho una de las mejores cintas animadas, no solo de Laika, si no de la historia del cine animado.
¡Larga vida a Kubo!
(pero más a su samurái de origami “Hanzo”, ¡es el mejor!)