Disney llega una vez más a la pantalla grande con una increíble “feel-good-movie”, que está inspirada en la historia verdadera de Phiona Mutesi (Madina Nalwaga), una chica de Uganda, sin recursos, que debe trabajar para ayudar a su madre (Lupita Nyong’o) para mantener a su familia, pero, caprichoso como es el destino, la cruzo con el profesor Robert Katende (David Oyelowo) que la enseño a jugar Ajedrez, llegando a convertirse en Maestra Internacional.
No es ninguna sorpresa pensar en lo que veremos después en la película, que, como toda buena cinta deportiva, veremos emerger su talento natural para acompañarla en su viaje hacia la fama, pero a su vez, esta nos guarda varias sorpresas a lo largo de su desarrollo, como podremos ver en la manera en que se van hilando las relaciones entre los personajes, el tipo de vida al que una persona en situación de pobreza extra es al que cree que puede aspirar, y la manera en que se puede llegar a adquirir sabiduría y suficiente amor propio como para superar cualquier obstáculo mientras se aprende a reconocer las oportunidades que se nos presentan en la vida. Sus logros poco a poco se irán convirtiendo en motivo de orgullo no solo para su familia, sino para toda su comunidad.
La interpretación de Nalwaga como Phiona es bastante emotiva, pero está motivada por dos grandes actores que la llevan a lo largo de toda la historia, por un lado, tenemos a Lupita Nyong’o como Harriet, madre de Phiona y sobre quien cae el mantener a sus hijos después la muerte de su esposo pero a la vez, darles la suficiente libertad para volar y ser algo mejor en su vida, y por el otro, su profesor, Robert Katende, interpretado por Oyelowo, uno de esos héroes que surgen por casualidad, y quien toma un aprecio muy especial por Phiona, sacrificando en gran parte su bien personal y el de su familia con tal de verla realizar su sueño, ambos, tanto maestro como madre, se ven forzados a tomar duras decisiones.
Mira Nair, directora de la cinta, logra a través del lente de la cámara, reflejarnos, si, las situaciones y los escenarios más duros de una sociedad q vive en pobreza extrema, pero a su vez, las hermosas cosas y pequeños detalles que se van juntando en el camino, logrando por momentos, a emocionarnos casi al borde de las lágrimas, en especial al principio de los créditos, con una muy especial dedicatoria a los verdaderos personajes.
Entrañable y muy recomendable.