Finalmente tuvimos la oportunidad de ver una de las películas más esperadas del año y primer “spin-off” de la saga Star Wars, estamos hablado por supuesto de “Rogue One”, la cual, solamente en su preventa de media noche, tiene acumulados varios millones de dólares, pero, ¿que pueden esperar los fans? Eso es lo que vamos a intentar platicarles ahorita.
Sin temor a equivocarme, puede estemos frente a la mejor película de esta historia desarrollada en cierta galaxia muy muy lejana desde “El Imperio contraataca”, ya que nos muestra un lado completamente diferente de la saga… pero ojo, exactamente ahí es donde reside una de las grandes complicaciones con la que se enfrentara la película…. ES COMPLETAMENTE DIFERENTE A TODO LO QUE HEMOS VISTO, y eso, no será necesariamente bueno para todos los fans (y la gran mayoría de los villamelones).
Rogue One es una entidad muy independiente, con un ritmo, al menos de inicio, lento y algo espeso, donde primero hacemos presenta al personaje de Jyn Erso y la problemática que enfrenta en la historia, así como su eventual unión con los rebeldes, cosa que sé que hará que muchos pongan el grito en el cielo, y más, cuando sepan (que ya deberían saberlo ahorita) que no verán un solo Jedi ni batalla alguna que involucre Sables de Luz (si, por unos segundos verán el de Vader, pero realmente no cuenta como…), aparte de tener la particularidad, de que es una historia donde vemos las heroicas acciones de las caras “anónimas” de la rebelión, sin los grandes héroes conocidos a lo largo y ancho de la galaxia… solo personas normales que pelean por terminar con el reinado de terror y que están dispuestos a entregar su vida por lograrlo.
Este puente entre el Episodio III y el IV, una vez más nos presenta a un personaje femenino fuerte y determinado interpretado por Felicity Jones, quien ahora toma su lugar como un icono dentro de la saga, como una precursora del fin del Imperio, acompañada de Cassian Andor, que es interpretado de manera excelente, a mucho orgullo de un compatriota mexicano, por Diego Luna, y por el muy simpático robot por tendencias asesinas y con poco filtro para decir lo que piensa K-2SO (créanme cuando les digo que es un personaje inolvidable, aun sin tener tanto tiempo en pantalla).
Dentro del reparto, los otros tres actores que destacan de manera importante son Galen Erso (Madds Mikkelsen), padre de Jyn , quien es el encargado del diseño y funcionamiento de la Estrella de la Muerte (lo que da inicio a toda la historia), el Director Krennic (Ben Mendelsohn) villano en turno, a quien se le presiona para que se termine la construcción de la mortífera estación destructora, y finalmente Chirrut Îmwe (Donnie Yen) un “monje/guerrero”, que si bien no es sensible a La Fuerza, es un ferviente creyente de la misma, haciendo que su ceguera no sea para nada un impedimento para realizar las más imposibles acciones, haciendo de él, un formidable oponente.
Muy presente hay que tener entonces, antes de entrar a la película, que en ningún momento se debe pensar que se verá algo equivalente a un nuevo “Episodio”, sino más bien, un fabuloso complemento a la historia que muy bien conocemos, y que no será aquella recordada como la cinta que atrajo nuevas grandes cantidades de “Warsies” a las filas, sino la que expandirá el universo conocido en la mente de los fans.
Les pido mucha atención a la aparición de Peter Cushing como Turkin… si, a pesar de que el actor falleció en 1994, ¡Y su cameo es nada menos que fantástico!
La cinta es realmente fantástica, siempre y cuando seas un gran adorador de Star Wars, para el resto, puede ser una película entretenida pero pesada por momentos, y al menos para mí, agradezco que se aleje tanto de la conocida formula y le inyecte nueva vida a este universo que tanto amamos.
P.D… Los reto a que vean la última escena de la película y no sientan un hormigueo de emoción recorriéndoles el cuerpo… a mi estuvieron a punto de salírseme las lágrimas de la emoción.
“La Fuerza está conmigo… Yo soy uno con La Fuerza”.