Desde su primer estreno en 2010 con “Mi Villano Favorito, Illumination Studios ha buscado forjarse un lugar entre las grandes casas del cine animado, cosa nada fácil teniendo de frente a nada más y nada menos que Disney-Pixar y atrás de ellos, los grandes artistas de Laika. Para comenzar este año, llegaron con una cinta, que si bien era bastante fallida (“La Vida Secreta de Tus Mascotas”) logro colocarse en el gusto del público (quien lo siento, pero suele ser poco exigente con este tipo de producciones, el chiste es que mantenga entretenido a los niños un rato) y mantenerlos en la lucha. Para cerrar 2016, llegan con una nueva producción la cual ahora nos acerca un poco a los famosos programas de talento que han invadido la televisión en los últimos años, estamos hablando de “Sing: Ven y Canta”.
En un mundo poblado totalmente por animales antropomórficos, Buster Moon, un pequeño koala, se las ve negras para mantener vivo su teatro, el cual ya no goza de la época dorada que el tanto amaba. Para no perderlo, organizará un concurso de canto, donde el más talentoso de los participantes podrá ganar una buena suma de dinero (el cual claro, por un error, será más grande del que puede permitirse, metiéndolo en grandes problemas).
De aquí comenzamos a ver no solo la historia de Buster, si no la de los 5 participantes, los cuales obviamente, no tienen vidas sencillas y se verán obligados a sortear varios problemas para poder convertirse en los ganadores del concurso, por lo cual recorremos esa senda del éxito que la gente gusta que ganen aquellos que parece nunca tendrían una oportunidad de hacerlo.
Johnny es un joven gorila, cuyo padre quiere que sea parte importante de su banda de ladrones, pero él quiere alejarse de esa vida para dedicarse a cantar. Rosita es una puerquita cuya vida gira alrededor de su siempre ocupado marido y sus múltiples… múltiples (si, múltiples) hijos. Meena es una joven elefante con una hermosa voz, pero quien debe superar la timidez que le provoca estar frente al público. Ash es una puercoespín cuya carrera musical siempre ha estado supeditada a la de su novio, por lo que deberá alejarse lo más posible de su sombra. Y finalmente Mike, es un ratón demasiado ególatra, que no tardara en meterse en problemas con la mafia.
Cada uno de los personajes tiene su buena cantidad de simpatía, cada uno logra atraer de manera positiva al público, pero ahí, es donde precisamente se va al demonio con la película, pues nos plagamos de historias, abandonando el profundizar dentro de la historia de alguna de las historias de los involucrados, lo que nos deja con algo terriblemente superficial, pues no tenemos una construcción individual de los personajes en favor de un concepto general.
Ahora, lo menos que podríamos esperar en una cinta donde vamos a ver un concurso de canto, es que la música fuera un importante protagonista de la misma, y eso es lo que termina robándose el show, pues una combinación de canciones clásicas y actuales son lo más atractivo, llegando a abusar de este recurso para poder mantener el interés durante largos periodos, lo cual, para mí, desmerece mucho la historia.
La verdad no me parece en lo más mínimo una propuesta original o interesante, pero que funciona para entretener al público al que va dirigido, pues es una propuesta sencilla, pero no trascenderá más allá del tiempo que logre estar en cartelera.
Siendo Illumination Studio, a mí me habría dado pánico sacar esta película después del éxito de la magnifica “Zootopia”