Hace ya dos años que la infame 50 Sombras de Grey, cinta basada en la trilogía de libros de la ¿escritora? E.L. James, rompiera records de taquilla en México, y es este fin de semana, que se estrana la muy ¿esperada? segunda parte, donde veremos la continuación del “idilio” entre Anastasia Steele y el millonario Christian Grey.
Nunca entenderé de donde proviene el apasionamiento que surgió por los libros y menos por las películas, ya que, vamos, si hablamos de cine o literatura erótica existen mil y un opciones mucho mejores que esta deslavada historia, pero debo decir que al menos en esta segunda parte, me divertí mucho más que en la primera, ya que, al estar plagada de momentos de humor involuntario, la convierten en una comedia romántica mala, cosa que la hace mucho más pasajera (pero no, sigue siendo un producto bastante malo).
Después de haber abandonado al millonario Sr. Grey por que le dio un par de nalgadas nada impresionantes, este stalker(que admitámoslo, de tener menos dinero estaría metido hasta el fondo de la cárcel) comienza a buscar de nuevo a su “amada” Anastasia, para “renegociar” su trato (si, esta crítica estará llena de comillas) y volverlo más una “relación”, resistiéndose ella y manteniendo su negativa a aceptarlo de vuelta… como por cinco minutos, donde ella le pide menos abuso… pidiéndoselo con cada cosa… a si, por que no importa que vayan a hacer, siempre hay sexo involucrado, ya sea cambiar el rollo de papel de baño, cosa que no pueden hacer sin excitarse… *suspiro desesperanzador a la humanidad*.
Si la idea de ver si se atrevían a mostrar un producto transgresor, que se atreviera a cruzar la barrera de lo políticamente correcto, en esta nueva entrega se olvidan totalmente de eso y la convierten en una comedia rosa, si, como de esas que venden en los puestos de periódicos. Ahora los retos vienen de controlar a Christian en su intento por arreglar la vida de Anastasia a cada paso que da, cosa que no se le da muy bien y a lo que solo pone carita de perro regañado cuando le dicen que no puede hacerlo, a los avances sexuales del nuevo jefe de nuestra protagonista (los cuales se resuelven de manera positiva con dinero y contactos de su querido novio), una “ex-sumisa” que se aparece y desaparece sin ningún sentido a lo largo de película como espíritu chocarrero (con una muy buena escena donde saca al “Jedi” de adentro de Christian, quien la detiene con sus poderes mentales) y de la aparición de la famosa “amaestradora” de Christian, quien no aprobara su relación y que es participe en la escena más graciosa de la cinta, muy al estilo de escena de telenovela gringa, si, ¡con aventada de bebida en la cara y cachetada de mujer indignada seguido de un “vete de mi casa”! TAAN TAAAN TAAAAAAAAN.
Cero audacia, cero provocación, cincuenta por ciento más risas y un accidente de helicóptero que raya en lo ridículo, son los elementos que componen esta cinta, que por orgullo propio nunca debió existir (si, lo entiendo, la taquilla dice otra cosa) y que a mi punto de vista, manda al diablo años y años de lucha que las mujeres han sostenido por igualdad de trato en la sociedad (¿en serio van a seguir con sus playeras de “sumisas” en las funciones?).
Diría que es cero recomendable, pero de todos modos la van a ir a ver…