El cuerpo y la mente de Kevin (James McAvoy) han dejado de ser suyos, pues dentro de él, habitan 23 personalidades distintas, la mayoría de ellas tranquilas y amigables, el resto, retraídas y vengativas, pero la peor, la personalidad nuero 24, mejor conocida como “La Bestia”, está a punto de surgir, pero para ello, requiere el sacrificio de tres chicas “impuras”, las cuales tendrán que intentar sobrevivir mientras los muros de la mente de Kevin se desmoronan.
Night Shyamalan fue uno de esos directores que llego arrasando a la pantalla grande con su gran éxito “El Sexto Sentido”, donde lograba hacer explotar nuestras cabezas con un impresionante e inesperado giro de tuerca en su historia plagada de fantasmas, seguido de una fantástica (y sin miedo a decirlo, una de las mejores de todos los tiempos) película de superhéroes con tonos muy realistas que impresionaba a todos… creíamos que teníamos a uno de los mejores directores de todos los tiempos y que nunca fallaría en impresionarnos con sus cintas… cosa que nunca volvió a pasar, pues sus siguientes cintas, son realmente para el olvido.
Apenas el año pasado regresaba con una cinta que experimentaba con el gastadísimo “found footage”, pero para sorpresa de todos, regresaba con una buena película que lograba erizarnos todos los vellos del cuerpo… poco a poco recuperábamos a aquel director que queríamos y merecíamos tener.
Y es así, como llegamos a su nueva cinta “Fragmentado” (Split), con lo cual puedo decir, que, al parecer, lo hemos recuperado. Fragmentado es de esas cintas que no da tiempo de ponerse a pensar sobre lo que vamos a ver, pues la acción comienza inmediatamente, metiéndonos de lleno en su accionar, con el secuestro de las tres chicas involucradas en la historia. Las personalidades de Kevin viven una guerra por tener control sobre él, situación que, durante un tiempo, parece estar controlada por su psicóloga (Betty Buckley), una de las pocas especialistas que cree completamente en el trastorno de identidad disociativa y que esta genuinamente preocupada por su bienestar, pero tal vez, la presión ejercida, pueda de pronto tener efectos contraproducentes.
Shyamalan nos regala un relato oscuro, retorcido y muy sombrío sobre una mente fracturada y su accionar diario en una sociedad que aún no loga comprender este padecimiento y que si bien, mantiene una línea sencilla en su guion, logra mantener la incertidumbre, haciendo buen uso de los espacios cerrados y los diálogos inteligentes, sin recurrir al susto y más a la tensión psicológica.
¿Es el hombre capaz de adaptarse y cambiar tanto física como mentalmente de acuerdo al entorno y a la situación que lo rodea? ¿O podríamos estar frente a un caso sobrenatural que nos rebasa en conocimientos? Para cuando logremos averiguarlo, estaremos inmersos en el macabro juego que no requiere de demasiada explicación ni peca con obviedades, las piezas necesarias llegan al momento que deben hacerlo.
Ahora bien, la historia podría no ser buena sin el actor adecuado para el papel, y es James McAvoy, quien ofrece un brillante papel, cambiando de personalidades a lo largo de un dialogo consigo mismo en cuestión de segundos, convenciéndonos completamente de que un diseñador gay, una estirada señora, un pequeño que habla con frenillo y un fisicoculturista ruso viven en un mismo cuerpo.
Para interpretar a la chica que funge como la “líder” de las chicas secuestradas, tenemos a Anya Taylor-Joy, a quien recordaran por su papel como Thomasin en “La Bruja” (The VVitch), quien actúa como un “contrapeso” a Kevin y su “horda”, creando un vínculo que marca una diferencia en el cómo la gente reacciona a los hechos traumáticos que cada uno vive, fabulosa.
La cinta no requiere mucho pensar, pues como ya lo dije, nos lleva a su desenlace de una manera lineal, y a considerar, el hecho de que, en esta ocasión, la cinta no cuenta con el famoso giro de tuerca al que nos tiene acostumbrados, pero si, con una escena “mid-credits” que eleva la cinta de ser solamente “buena”, a ser un producto demasiado interesante como para ignorarla.
Night se ha permitido evolucionar y creo, salir un poco de su zona de comfort, a la que espero no quiera regresar, pues lo que se le da bien es la innovación, en esta ocasión, permitiéndose mostrarnos la humanidad escondida dentro de un monstruo… o varios de ellos.
¡RECOMENDADA!
