China, siglo XV… Un par de mercenarios, William (Matt Damon) y Tovar (Pedro Pascal) se ven obligados a entregarse al ejército chino (específicamente a la “Orden Sin Nombre”) a las puertas de su Gran Muralla, terminan inmiscuidos en la protección de la misma, lo que los lleva a descubrir un secreto que el país le ha ocultado al mundo… la verdadera razón de por qué se construyó tan magnifico muro, y no, no es para mantener a raya a los mongoles, sino algo mucho más peligroso y mítico.
Gran reto le suponía al director chino Zhang Yimou (Héroe) el dirigir la hasta ahora producción más cara de su país ($150 millones de dólares), así como la más plagada de talento Hollywoodense situada en un periodo mitológico y empapado de mitos y leyendas, así como mucha acción, y añadiéndole su finura visual, su sensibilidad para las relaciones tanto delicadas como pasionales, nos regala una cinta épica y visualmente perfecta.
Lamentablemente, la cinta sufrió mucho (aun antes de su estreno, o sea, quienes la criticaban ni siquiera la habían visto) por que se corrió mucho la queja de que una vez más estábamos ante un proyecto víctima del “white-washing” (actores caucásicos en un ambiente oriental en este caso),alegando que siempre son ellos quienes terminan salvando alas otras “pobres razas”, y eso le trajo un poco de mala fama por delante, pero puedo asegurarles, que quienes lo hicieron, y ya tuvieron oportunidad de verla, seguramente deben haberse arrepentido, pues la presencia de los forasteros está totalmente justificada (y de buena manera), pues en este caso, si bien si ayudan al ejército a poder salir abantes, es su estadía con estos “extraños”, donde él descubre la confianza, la humildad, y aprende las virtudes de la valentía, la empatía y la disciplina del ejército chino, haciendo que el choque de culturas, pueda ser algo beneficioso para ambas, cosa que ya se probó en China, donde ya tiene tiempo de haberse estrenado y habiendo logrado una excelente taquilla.
La acción está presente desde el minuto 5 de la película, lo cual le da un ritmo fabuloso y ágil, majestuosamente complementada con una hermosa fotografía y una increíble gama de colores, que hacen que se imperdible verla en formato IMAX y 3D, para poder apreciar completamente la maravillosa dirección de arte con la que cuenta la cinta.
Destaca la actuación dela bellísima Jing Tian (en el papel de Lin Mae) quien es Comandante de las Fuerzas Grulla (parte del ejército formada completamente de mujeres) y que es la única del mismo que tiene diálogos en inglés (¿no agradecen cuando los personajes de un país hablan en su idioma natal?) y que es la encargada de dar contrapeso al personaje de Matt Damon y quien se vuelve su vehículo para poder comprender tanto la cultura como la ideología.
En verdad es una cinta muy recomendada, y que aclaro, en ningún momento debe ser vista como algo histórico (quizá eso pueda confundir a muchos) si no, como lo indica al principio, es una mera leyenda formada alrededor de tan famosa construcción.