Ghost in the Shell… El futuro está próximo a alcanzarnos

Vaya que había causado expectativa el estreno de este remake a live-action de tan conocido anime, comenzando con el tan sonado caso donde la acusaban de “blanquear” a un personaje asiático (una de esas exageraciones de lo políticamente correcto que ya no soporto) hasta el que si los fans más clavados de la historia original decían que no viviría a las expectativas, pero finalmente pude calmar mis dudas, y al menos, como alguien que no es un clavado del material original, a mí, me parece una excelente entrega, comenzando con que es todo un dulce visual.

Para empezar, el conflicto del famoso “blanqueo”, queda resuelto dentro de la misma historia de una manera impecable, que para empezar, como ya dije, me parece una razón muy lerda, considerando que la película cuenta con un cast bastante internacional, donde todos cumplen de manera puntual, pues tenemos franceses, chinos, estadounidenses y japoneses, así que creo que el terreno “racista” lo tenemos bastante bien cubierto, y que además no afecta en nada a lo verdaderamente importante, que es la historia.

“La Vigilante del Futuro”, nos llega a un futuro “Utópico/Distopico”, donde un ciborg, conocido como “Major”, y quien no tiene casi recuerdos de su vida previa como humano, pasa sus días dirigiendo un equipo táctico de elite conocido como “Sección 9” deteniendo criminales y terroristas, hasta que una fuerza más poderosa de lo que están acostumbrados pone en peligro los avances logrados por Hanka Robotics, creadores de Major.

A primera vista, la cinta parece estar enfocada en un 90% a la acción, pero vaya que me sorprendí, aparte de agradarme mucho, que buena parte de la trama está centrada en un conflicto más “corporativo”, siendo la búsqueda de la humanidad y del pasado de Major, para permitirse estar bien con su presente y no ser solamente un robot con cerebro humano.

El guion es bastante ambicioso y en ningún momento es conformista, pues muy fácil sería simplemente copiar cuadro por cuadro la cinta original (como cierta película donde una princesa se enamora de un príncipe cara de perro), sino que logra crear una interesante fusión de la mitología completa de la saga de “Ghost…”, cosa que puede ser contraproducente con los fans que podrían sentir que se metieron de más con su historia.

Si ya nos vamos un poco más adentro a lo que es la carga filosófica y de las “razones del ser” con las que contamos en el material original, esta versión es bastante más ligera, pues aceptémoslo, el pensamiento oriental en ese aspecto es mucho más entendido que el marcado conformismo occidental, donde tanto hacer pensar, terminaría por aburrir al espectador.

El mayor acierto del director Rupert Sanders, es regalarnos una joya visual, no solo fiel al material original, si no llevadas a un nivel fascinante, el cual solo puede ser recomendable verse en Imax 3D para disfrutarse completamente (en especial las tomas de la ciudad con los anuncios holográficos), tecnología visual en su máxima expresión… una magnifica dirección artística, que también logra convencernos de lo real de los “mecanismos vivos”.

No me sorprendería que veamos más entregas de esta saga, lo cual en ningún momento me molestaría, digo, quien se puede cansar de ver a Scarlett Johansson (ya que nomás no se nos hace verla en la película en solitario de “Black Widow”).

¡RECOMENDADISIMA!

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