La Morgue… A veces si hay que temerle más a los muertos que a los vivos

El director Andrè Øvredal aun con pocos proyectos bajo su brazo, se va posicionando poco a poco dentro del gusto de la gente, en especial después de habernos regalado una joya del cine de culto como lo es “Trollhunter” (puntos extra por ser aparte película extranjera), ahora llega con una cinta de terror, si bien de corte mucho más comercial, no menos interesante.

Alejándose del estilo “found footage”/documental, “The Autopsy of Jane Doe” es un buen acercamiento al género de horror, sin basarse simplemente en el barato recurso de los ruidos y sobresaltos y metiéndonos de lleno en un obscuro y encerrado escenario repleto de momentos sobrenaturales que pueden fácilmente erizar la piel de los presentes… Vamos, ¿quién no se asustaría si cosas raras pasaran adentro de una morgue?

Padre e hijo, encargados de la funeraria del pueblo, reciben el cadáver desnudo y recién desenterrado de una joven desconocida, justo antes de que este último salga con su novia, lo que lo hace regresar a trabajar, pues no quiere perder una sola explicación que su “mentor” pueda compartirle del negocio familiar, prometiendo verla más tarde.

Lo que parecía ser una noche de trabajo como cualquier otra, resulta ser todo lo contrario, pues este cadáver, el cual fue encontrado en el sótano de una casa, donde los dueños también son encontrados muertos, comienza a mostrar, mientras más se adentran en él, signos de haber tenido una muerte todo menos normal, y las inscripciones antiguas, los ojos nublados y extraños objetos dentro de su cuerpo, solo dan a entender que el terror comenzó mucho antes de que ellos siquiera pensaran en averiguar qué diablos la mató.

Siendo “técnicamente” solo un par de personajes dentro del guion, permite de buena manera que estos de desenvuelvan de buena manera dentro de la historia, mostrándolos como simples personas con deseos y motivaciones reales, quienes quedan inmiscuidos en una situación en que la realidad los rebasa. Son personajes que tienen click al momento con el público, y que nos preocupa el papel que juegan en tan tétrico escenario, donde intentarán explicar dentro del marco de la razón a lo que al parecer simplemente no lo tiene, llevándonos eso a momentos dramáticos bastante intensos.

Brian Cox y Emile Hirsch, en el papel de padre e hijo lucen muy naturales, con los típicos momentos divertidos que cualquiera puede pasar en familia, el cual solo es roto cuando llegamos a las tomas que se le hacen a una inmóvil Olwen Kelly, quien interpreta al cadáver, pero que, al haber optado por utilizar a una actriz, le brinda cierto toque lúgubre, pues se denota cierta vida en sus ojos, aun cuando “no hace nada”.

Me parece que “La Morgue” es una cinta que bien vale la pena arriesgarse a verla, pues su ritmo semi-lento cocina poco a poco el escenario tenebroso que nos espera, una de esas cintas que no tenemos todos los días.

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