Creo que cualquiera que esté pensando ver RyF8, y que haya visto al menos de la 5 a la 7, sabe a lo que va, sabe que no va a ver una cinta de Oscar o finalista del festival Sundance, va a ver una película de cuasi-superhéroes en coches exageradamente veloces donde ya ni caso tiene ver a la policía perseguirlo, es ver acción y adrenalina en su más puro estado, y si, tal y como sus avances lo auguraban, esta octava entrega de la saga (e inicio de una “nueva trilogía”) es ridículamente entretenida, y para decir eso de la parte 8 de una saga, es decir bastante.
Empecemos por lo más llamativo… ¡el malo en esta ocasión es Dominc Toretto! ¡Traiciona a su familia! (digo, que la mala mala de la cinta sea Charlize Theron ayuda bastante…) todo eso bajo razones de las que nos vamos enterando poco a poco, pero digamos que es algo bastante sorprendente y llamativo (obvio no les voy a decir que es).
Ya sin Brian y con Dom haciéndoles la vida imposible, Letty, Roman, Ramsey, Tej y el super fornido Agente Hobbs (Dwayne Johnson), se topan con un nuevo y bastante complicado aliado, el villano de la cinta anterior Deckard Shaw (Jason Statham, y si… olvidémonos un poco de que fue el quien asesino a Han).
En esta nueva aventura, llegamos a tres sitios distintos, La Habana, donde todo comienza, Nueva York y Rusia, que déjenme decirles, que, si creían que sería imposible hacer aún más vistosa la acción, necesitan esperar a ver el ataque de Cipher a través del hackeo de miles de autos en Manhattan mientras Dom se ocupa de un robo y su equipo lo persigue, ¡es simplemente fabuloso!
Para seguir con tan divertido espectáculo, transportar la acción a gélidas tierras rusas y ver a “La Roca” surfear en hielo para desviar un torpedo mientras los persigue un submarino, es algo que, si bien es ridículo y si, se olvida de todas y cada una de las leyes de la física, es demasiado divertido como para dejarlo pasar, y aceptémoslo… ¿Quién va al cine a ver una cinta como está esperando ver algo realista?
Los combates mano a mano no se quedan atrás, y la escena del escape de la cárcel, donde Statham y Johnson nos regalan una coreografía super violenta de cráneos y huesos rotos al por mayor, sumando la batalla verbal que tienen a lo largo de la película, así como cierta escena que le permite brillar a Deckard con luz propia, prometen al espectador fanático de la acción un muy entretenido par de horas.
Es una pena pensar que después del altercado entre La Roca y Vin Diesel, muy probablemente no veamos al primero participar ya en siguientes entregas, pero, la adición de Charlia Theron como Cipher, dentro de un marco de villana muy al estilo Bond, con esa frialdad para cometer fechorías y asesinar sin siquiera pestañear, creo le da bastante frescura a la saga, y al menos a mí, si me tiene esperando impaciente las siguientes.
Otra gran sorpresa, es el pequeño, pero bastante significativo papel de Helen Mirren (otra cosa que obvio no puedo spoilearles), pero no me sorprendería, y de hecho lo espero, que regrese en futuras entregas, asi como al nuevo ayudante de Mr. Nobody (Kurt Russel), Little Nobody (Scott Eastwood), quien creo puede ser una adición interesante.
Sigo y creo que seguiré disfrutando estas películas cada que salgan (solo no soporto “Tokyo Drift”), y si para la décima me dicen que el equipo viajará al espacio con naves super veloces, estaré formado en primera fila para ver como resulta eso.