Joe, Willie y Albert pierden el fondo de retiro que la compañía en la que trabajaron durante años les debía, lo que los mete en graves problemas, especialmente a Joe, quien podría perder la casa donde vive con su hija y nieta. Obviamente no permitirán esto, por lo que se preparan metódicamente para asaltar el banco donde tienen su dinero, y a pesar de que no tienen idea de lo que es la vida criminal, tendrán que romper la ley para poder sobrevivir.
“Going In Style” remake de la cinta homónima de los setentas, que fue protagonizada por George Burns, les brinda a este trio de viejillos una razón más realista para realizar el robo que mera aburrición como en la original, lo que le brinda un poco más de complejidad a la historia, y aun asi, manteniendo la atmosfera light que se necesita de una comedia como esta.
Una cinta que se trata de engaños, se supone debe tener un contrapeso, un “nemesis” igual o casi tan inteligente como el perpetrador, al cual se le debe engañar para que el plan tenga un verdadero propósito, brindándonos interés en la historia, cosa de la que “Un Golpe con Estilo” carece totalmente, así como su estilo de comedia es bastante soso, así que lo único que hace que la película realmente funcione, es la química que Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin, tres monstruos de la actuación, tienen en pantalla, y de no ser por eso, la película sería una total pérdida de tiempo (y lo siento, el papel del gran Christopher Lloyd actuando como abuelito senil, no me hicieron reír en absoluto, me parece bastante desaprovechado).
Creo que Zach Braff, director de la cinta, debería alejarse un poco del estilo de comedia televisiva, pues no grabo un sitcom, y el querer hacer reír estrictamente con diálogos ingeniosos, termina siendo un tanto inservible para una película.
Digamos que es una cinta que funciona si llevas a tu mamá a verla durante una tarde en la que no tengas nada que hacer, o cuando salga en las funciones del domingo mientras comes… nada más.