Abdómenes muy marcados, trajes de baño, bronceador, olas y mucho, mucho retraso mental, son la fórmula que Dwayne Johnson y Zac Efron traen para revivir una serie clásica de la televisión y convertirlo en una cinta “remake/parodia”, que me parece funciona hasta cierto nivel.
Si, la cinta es estúpidamente entretenido, porque esa fue siempre la idea, convertirla en algo tan torpe y a la vez divertido, llena de obscenidades, que fuera una cinta a la que iríamos a pasar un rato el fin de semana, nada más, y que, pensarla como un producto más avanzado o innovador, solo nos traería dolor de cabeza… en pocas palabras, no puedes “sobre pensarla”.
“Baywatch”, es una serie que estreno a finales de los años 80, una novela de acción medio kitsch, medio combinación de Beverly Hills 90210 con “Barbie y Ken Trajes de baño” con acción ridícula y Salvavidas metiéndose en asuntos que realmente no debían importarles, con el ex protagonista de “El Auto Increíble, y un desfile de mujeres que ni “Los Angeles de Charlie” podía superar (a lo que voy es… no es como que estén haciendo parodia de algo que fuera muy muy serio)… una serie que convirtió el lento correr de Pamela Anderson en el sueño de muchos adolescentes de la época.
Las chicas de ahora, a pesar si, regalarnos buen “Eye Candy”, dejan de ser solo eso, y se convierten en mujeres mucho más proactivas, completamente del siglo XXI, donde ahora la “cámara lenta es más motivo de chiste que de admiración, vamos… un poco ms “reales”.
El famoso Mitch Buchannon, ahora interpretado por “La Roca”, es un gigante musculoso que no distingue entre ser un policía o un salvavidas, para él, todos tienen la obligación de hacer algo por la comunidad, y su parte viene siendo el hacerlo por la playa, a la vez que se burla (poniéndole un sinfín de apodos chistosos) de Matt Brody (Efron), el novato del equipo, quien realmente no quiere estar ahí.
Definitivamente la película no logrará premios, y gran parte de la critica la ha odiado por lo hueca que es, para mí, es entretenida precisamente a ese nivel, aquel en el que no quieres pensar, y simplemente te vas a sentar al cine a ver una sarta de tonterías que te van a hacer reír por un par de horas.