Batman & Harley Quinn… entre la genialidad y el ridículo absoluto

Para mí, lo mejor en cuanto al DC cinematográfico, son hasta el momento, sus películas animadas, las cuales a diferencia de sus horribles live-action (excluyendo Wonder Woman) tienen buena coherencia entre ellas y mantienen su hilo argumental, aunque de vez en cuando, como en esta ocasión, deciden hacer algo un tanto alejado de su línea principal, y por ejemplo, en esta ocasión, decidieron llevarnos de vuelta al mundo de la serie animada de Batman de Bruce Timm, aunque, en su versión un poco más “adulta”.

En esta ocasión, el conflicto de la historia viene cuando Poison Ivy y Floronic Man (dios… ¿no podía haber un peor nombre?) desarrollan una fórmula que convertiría toda la vida sobre la tierra en plantas, pero a falta de perfeccionarla, el resultado podría ser fatal, por lo que Batman y Nightwing deben detenerlos, y al parecer, la única que puede localizar a Ivy es nada menos que su ex – socia Harley Quinn, quien ha decidido dejar la vida criminal y se dedica a ser mesera en un restaurante temático de superheroes… si, disfrazada de Harley.

Ok, entiendo que todos nos emocionemos con volver a ver el estilo de la caricatura que marco la infancia de muchos y que se convirtió en piedra angular de las producciones para televisión de la empresa, y que Timm también estuviera encargado de escribir la historia, podía sonar fabuloso… pero el resultado, si bien es entretenido, es nada más una parodia que un homenaje a lo que fue tan buena serie.

 

 

Primer problema… ¿de dónde diablos nos vamos a creer que Nightwing y Batman necesitan ayuda para encontrar a alguien? ¿No es eso a lo que se dedican? Y vamos… son dos personas que… parecen plantas… y uno de ellos… es enorme… ¿no había una excusa menos obvia para meter a Harley con calzador en la película? Clásico ejemplo de cómo volver insoportable a un personaje popular.

¿Qué la cinta tiene grandes y divertidos momentos? Si, claro. La interacción sexual entre NW y HQ es en extremo entretenida, y la cara de “te estoy juzgando” de Batman cuando los descubre, vale oro, y hasta ahí, va, se las compro, estamos siendo un poco más “maduros”, pero después pasamos a los chistes de pedos (que duran horas), y escuchar a Batman renegando durante horas que no confía en Harley, pero nunca la baja del Batimovil… y ni siquiera me hagan hablar de la eterna escena de baile y karaoke de Harley, la cual es simplemente insoportable.

La idea de Harley, así como la de su “Mistah J”, será la de siempre convertir todo en una gigantesca burla, y eso es lo que al final termina haciéndonos sentir esta película, que el público y los fans fueron burlados.

Batman y Harley Quinn es una cinta entretenida para palomear cuando no se tiene nada más que hacer, pero de ahí a que sea una gran película, nada podría estar más alejado de la realidad, pues es una mera excusa para poner a Harley una vez mas en el ojo del espectador (de aquellas legiones que ahora afirman ser sus fans #1) pero eso si… al menos no sale Joker.

 

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