El director Stéphane Robelin llega con su nueva su nueva cinta “Amor en Linea”, fijando su atención una vez más en los adultos mayores, en esta ocasión, mezclando dos campos, el de la tecnología y el del amor, dándole un nuevo enfoque a la conocida historia del famoso libertino Cyrano de Bergerac, esta vez, declarando su amor de forma anónima, no tras el follaje debajo de un balcón, si no detrás de una pantalla de computadora.
Pierre es viudo y jubilado, encerrado en su departamento desde la muerte de su esposa, razón por la cual que comienza a apagarse y amargarse con el paso de los días. Su hija no soporta verla así, y para animarlo, contrata a Alex, novio de la nieta de Pierre y de la cual el mismo no sabe nada porque no se habla con ella, para que le enseñe como usar una computadora e internet. Es así como un día, Pierre llega a un sitio de citas donde conoce a una chica mucho menor que el, con la complicación de que se hace pasar por alguien más joven al utilizar la foto de Alex…
Aquí es donde la trama comienza a engrosarse, pues Alex termina involucrado en las citas para que Flora (la conquistada) no se entere de la verdad, mientras Pierre sigue con sus correos de amor, y donde todo termina por convertirse en una complicación para todos.
Amor en Línea es una interesante comedia romántica cuyo único problema es el primer tercio de la cinta, la cual funciona como un planteamiento excesivamente largo de cada uno de los personajes y sus intenciones, pero que eventualmente lleva su climax a buen puerto en medio de todo un embrollo, lleno de secuencias vodevilescas y agudos diálogos.
La burla al estilo de vida actual, donde todo mundo está siempre metido con la nariz en la pantalla de ya sea una computadora o un celular, está claramente presente y que, al parecer estos, ya son más inteligentes que cualquier usuario.
Con una buena dosis de humor y un discurso crítico, la trama avanzada mejorando poco a poco, llenándola de calidez y buenos momentos, haciendo del recorrido de la misma algo importante, a pesar de dejar muchos agujeros argumentales dentro de la historia, pero de menos nos ahorra escenas autocomplacientes, siendo de narrativa fluida.
Una buena opción para quien quiera pasar un rato con una comedia de cine un tanto más artístico.