Coco… una carta de amor a México y su Día de Muertos

Miguel Rivera es un niño de 12 años que solo tiene una pasión: la música…. Lamentablemente para él, pertenece a una familia de zapateros donde esta está terminantemente prohibida desde hace generaciones, cuando su tatarabuelo abandonara a su tatarabuela y a su bisabuela para seguir su sueño de ser cantante.

A pesar de tal impedimento, Miguel se ha enseñado a sí mismo a tocar la guitarra viendo las películas de su ídolo Ernesto de la Cruz, “el mejor cantante de toda la historia”, quien muriera joven, dejando solamente su legado musical, la cual incluye la canción “Recuérdame”, la favorita de Miguel.

Para demostrarle a su familia que cantar es su destino, Miguel intenta entrar a un concurso de talento del pueblo que se lleva a cabo cada año por el Día de Muertos, pero su abuela, determinada a alejarlo de la música, destruye su guitarra, pero en su determinación, decide robar la guitarra de Ernesto de la Cruz de su cripta, sin pensar que, el Día de Muertos, es cuando a ellos se les da, no se les quita… lo que traerá consecuencias para Miguel y lo llevará a una aventura al mundo de los muertos, donde solo la bendición de su familia podrá llevarlo de vuelta a casa.

 

Más que obvio que para nosotros no es necesario tener una explicación sobre esta celebración, a diferencia de muchos otros países donde pronto disfrutarán de la cinta y que no están familiarizados con el concepto de la muerte como el que tenemos nosotros, más una celebración que un motivo de tristeza… una oportunidad de recordar a aquellos que ya no están con nosotros.

Y en palabras del propio director, Lee Unkrich, esta era una oportunidad para mostrar al mundo, una de nuestras celebraciones más arraigadas y bellas de una manera muy acertada y respetuosa, ya que muchas personas alrededor del mundo la descubrieron por medio de “El Libro de la Vida” y el desfile de Catrinas en “Spectre” (que hasta ese momento ni existía) por lo que su idea podía ser un poco equivocada… y puedo decirles, que la exactitud con la que se manejan dentro de la cinta, es simplemente impresionante… no por nada les tomo 6 años hacer la película y el estar quedándose constantemente al equipo creativo a vivir en distintos pueblos de México para poder empaparse no solo de la celebración, sino de toda la idiosincrasia mexicana.

Ahora, aparte de la perfección con que es mostrada la celebración, el nivel artístico y tecnológico de la cinta es impresionante, desde las ofrendas y altares, llenos de imágenes de los muertos  cuyos espíritus viven en este mundo alterno, maravillosamente creado, y donde encontramos a mexicanos que vivieron en todas las épocas) hasta un maravilloso puente de pétalos de Cempasúchil que une la tierra de los muertos con la de los vivos, el departamento artístico de Pixar, una vez hace gala de sus mejores talentos, donde también, por ejemplo, tenemos el intro de la cinta, contado a través de animación en papel picado, que luce simplemente hermoso, y una gama fabulosa de alebrijes, quienes sirven como “animales espirituales” para los muertos, adornando la pantalla con fabulosos colores brillantes, los cuales inundan la pantalla, siendo el más hermoso de todos (al menos para mi) “Pepita”, un gigantesco jaguar alado.

 

 

Una mención especial también para Dante, el perro de Miguel, quien rompe un poco el que los “acompañantes” de las películas de Disney sean solo como el “toque chistoso” (a pesar de que, se roba varias risas), y se convierte, primero, en un homenaje a la raza de perros mexicana por excelencia, el Xoloescuincle y termina volviéndose más un… ammm, mejor se los dejo a que lo averigüen ustedes.

Y así como la historia, todos los personajes, desde los familiares muertos de Miguel, los vivos, incluida la bisabuela Coco, (la cual hace que todos salgamos con ganas de ir a besar a nuestras abuelas) y Héctor, un muerto que se hace amigo de Miguel, y que necesita que este regrese al mundo de los vivos para que lo ayude a poner su foto en el altar de su familia antes de que su familia lo olvide y este sufra de la “Muerte Final, cuando ya nadie lo recuerde.

Muy atentos a la gran cantidad de personalidades mexicanas que aparecen en la cinta, que no son pocas y que les van a llenar de manera impresionante el ojo, siendo el de Frida Kahlo, el que en verdad arranca unas risas impresionantes… Espero me digan a cuantos pudieron reconocer ustedes.

Coco es una película hermosa, un verdadero poema a México y una de sus más bellas celebraciones, la cual les prometo, al final, no dejará un ojo seco en la sala y que los inspirará, a este noviembre, a poner la más bella ofrenda que jamás hayan hecho.

¡RECOMENDADISIMA!!

 

Código Boletos IMAX: MoveeksA113

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