16 años antes del comienzo de nuestra historia, un pequeño niño afroamericano de Oakland, California, ve interrumpido su juego de basketball cuando algo en el cielo llama su atención… A cualquiera de nosotros, hubiera sido ver una extraña nave voladora alejándose entre las nubes nocturnas, que podría darnos una idea de que el mundo es mas grande y complicado de lo que sabemos, pero para este niño, representaba la perdida de toda esperanza, alejándose de él y llevándose las promesas de un mundo mejor.
Si, puede que ahorita suene raro, pero se entenderá mejor ya en el contexto cuando estén disfrutando de Black Panther en el cine, y créanme que parte de la emotiva respuesta que causa en el pequeño niño, es la misma que se siente en la audiencia tras ver esta cinta, que definitivamente se posiciona como una de las mejores del año, al sobrepasar el “simplemente ser una película de superheroes” y convertirse en un auto de conciencia social. Lo espectacular de las grandes batallas que vemos en la pantalla, se convierten en el perfecto complemento de una cinta construida por personajes muy ricos en cuanto a su construcción y profundos dentro de un esquema de importancia social, no solo en cuanto a cuestiones de raza y color, si no también extendiéndose a la importancia de las mujeres y sus roles en la sociedad, donde se demuestra que no solo los hombres pueden ser los fuertes, porque, a diferencia de Black Widow, quien esta rodeada de hombres, acá vemos a un poderoso rey, rodeado de mujeres igual de fuertes que él. Y si quisiéramos irnos aun más lejos, es gracias a la fotografía de Rachel Morrison y a los trajes de Ruth Carter, que esta cinta cobra vida de manera impresionante a ante nuestros ojos.
Durante mas de 50 años, en los comics, T´Challa, Black Panther, ha sido un Avenger, y no meramente uno reducido a un segundón, no, ha sido siempre uno de los miembros mas fuertes e inteligentes del grupo, inspirando siempre la misma cantidad de respeto y miedo, pero también, nos ha ofrecido siempre una historia que el resto no puede, donde aparte es el monarca de toda una nación, un importante personaje que se sale completamente del marco norteamericano para situarse en África, en la poderosa Wakanda, uno de los países as poderosos del mundo.
El director Ryan Coogler finalmente nos trae esta cinta de acción, haciéndole justicia a este gran personaje que ya merecía su propia historia, dotándolo de un gran propósito y capturando toda la magia que Stan Lee y Jack Kirby le imprimieron desde su primera aparición.
La historia de T´Challa (Chadwick Boseman) se desarrolla después de la explosión en las Naciones Unidas (Captain America: Civil War), donde su padre T´Chaka, quien llevara anteriormente el manto de la Pantera, perdiera la vida, convirtiéndolo a el en el nuevo monarca y protector, pero el mundo ya no es tan pequeño como solía serlo, y el mantener a toda una nación oculta, ya no parece el camino correcto, pero ¿en verdad tiene alguna responsabilidad esta nación con el mundo occidental? ¿con aquellos que secuestraron a sus antepasados para convertirlos en esclavos? ¿Cómo se convierte alguien en un monarca tan poderoso sin buscar venganza en contra de aquellos que alguna vez se aprovecharon de ellos? Más cercano a los problemas actuales del mundo no se puede estar, y muy a mi parecer, este tipo de historias debieron aparecen ya hace tiempo… pero nunca es tarde.
Ahora, la importancia no solo recae dentro del empoderamiento y reconocimiento que la cinta trae a las personas de color, como ya lo mencionaba anteriormente, tenemos la importancia del rol de la mujer, donde por ejemplo, Okoye (Danai Gurira, Michonne en The Walking Dead) la general de las Dora Milaje, grupo de guerreras dedicadas a la protección del trono, se roba gran parte de la película con su fuerza y determinación, sin en algún momento hacerse sentir menos dentro de una pelea o al momento de llegar a un acuerdo, o Shuri (Letitia Wright), hermana de T´Challa, quien posee un ingenio tecnológico capaz de rivalizar con el de Tony Stark y que tampoco le teme a la batalla, o Nakia (Lupita Nyong’o), el amor eterno del rey, quien funge como espía detrás de las fronteras de Wakanda, y quien no permite en ningún momento, que su conocimiento de los acontecimientos mundiales perviertan su visión de lo que se debe y no se debe a ser, a diferencia por ejemplo de villano Erik Killmonger (Michael B. Jordan), quien cree que Wakanda debería tomar las armas que poseen, increíblemente poderosas gracias al Vibranium, para hacerse del control del mundo, haciendo así, indispensable el papel de las mujeres dentro de este universo.
Y hablando del villano, ya sabemos que la dupla Coogler-Jordan posee una química especial, (ya es la tercera cinta que realizan juntos) y nos trae en esta ocasión una especia de “anti-villano”, pues aunque la necesidad de restitución de su raza a raíz de todo el sufrimiento provocado por sus “opresores” es llevada por el camino incorrecto, en cierto sentido es saber que su corazón esta en un lugar adecuado, lo cual hace comprensible el resentimiento, convirtiéndolo así, en un personaje incendiario, pues su intención, es simplemente romper con los roles pre-establecidos en el mundo, mal enfocado a través de la violencia.
Black Panther es una increíble visión afro-futurista que permite a la audiencia sobre un mundo libre de las restricciones de nuestra propia realidad, sin ignorar el dolor existente, donde permite a nuevas generaciones a soñar el poder convertirse en lo que ellos quieran, sin sentirse prisioneros de sus propias condiciones.
¡Wakanda Forever!
PD… No creo que debiera decirlo, pero ya saben que no deben levantarse de sus asientos al terminar la cinta, pues tenemos 2 escenas post-créditos.