Esta cinta, basada en la novela del mismo nombre, del autor André Aciman, nos platica la historia de Elio, interpretado por Timothée Chamalet, un adolescente de familia acomodada, quien pasa cada verano con su familia en una hermosa villa en Italia (esta historia se desarrolla en 1983), y donde no tiene más que hacer que practicar su música o leer, pero esta rutina se ve drásticamente alterada cuando su padre, recibe a su invitado anual, un estudiante de doctorado en la carrera de arqueología, y que en esta ocasión, es el atractivo, inteligente y genial Oliver (Armie Hammer), a quien todos parecen amar, pero que le provoca cierta incomodidad a Elio como primera impresión. Poco a poco van descubriendo que tienen gustos en común, lo cual comienza a solidificar una “complicada” amistad, que termina convirtiéndose en algo más…
Si debo nombrar uno de los grandes aciertos del director Luca Guadagnino, es la manera perfecta de presentarnos los espectaculares paisajes italianos, que sim nos provocan una envidia de querer estar disfrutando de ese sol europeo en los viñedos y ríos de la región, involucrados si, en una tierna historia de amor, pero de ahí a que sea controversial o remotamente escandalosa, me parece muy lejano a la verdad, y no, no se confundan o me malinterpreten, no digo que sea una mala película la cual haya que odiar (es cierto que yo no querría volver a verla, y no, tampoco es porque sea un amor homosexual, no se vuelen), pero a mi parecer, esta ya es una historia que a nadie debería sorprender y/o escandalizar a estas alturas de la vida, y probablemente si se hubiera estrenado a principios de los noventa, si habría sido algo que saliera completamente de los límites “permitidos”, pero creo que para la visión que se tiene actualmente, el director tenía en sus manos la oportunidad de regalarnos una película arriesgada, erótica, pasional… y termino con una novela rosa que me suena a “Introducción a tu primer amor gay” o “Especial Amor de Verano”.
O sea, vamos, en ningún momento hay algún conflicto que deban superar para reconocer esa pasión que sienten el uno por el otro (más allá de alguno interior), digo, estamos en los 80s y nadie pone un pero en su relación, nadie en el pueblo, ni sus papás (que en ese entonces ya recibían a tíos gays para las fiestas…) y pues lo siento, si es una bonita historia del primer amor, pero fuera de eso, no me es nada impresionante… y para poner un ejemplo, ahí tenemos Lolita de Kubrick, que también es una historia de “amor pasional” entre un adulto y una menor de edad, y vaya que en su tiempo fue todo un escándalo, y decidió ir más allá de lo que la sociedad marcaba como “permisible”.
Si debo remarcar un momento de la historia que, si me parece sublime, es casi al final, durante una plática de Elio con su padre, donde este técnicamente le confiesa que sabe acerca de su romance con Oliver, y fuera de convertirlo en un aleccionamiento o regaño, es un gran dialogo sobre el primer amor y las decepciones que este puede causarnos, sobre el no rendirse nunca, y un gran entendimiento que muchos hijos querrían de sus padres.
Lo siento, para mi es una película que creo debe verse una vez, si no dejarla pasar, y eventualmente permitir que el tiempo la olvide (cosa que se muchas personas no permitirán, y está bien…)