Uno de los sucesos más importantes, ya no diré que solo para una mujer, si no para una pareja, es cuando llega el día de su boda, aquel donde la familia y amigos más cercanos se unen en celebración de uno (o el que debería ser) de los días más felices de la vida… pero no todo siempre sale como uno desea, y precisamente como dice el famoso dicho “ten cuidado con lo que deseas”, a veces querer la gran boda perfecta, puede terminar en un gran (y muy divertido) desastre.
La boda de Maria (Diana Bovio) y Daniel (Gustavo Egelhaaf) se acerca, y Maria la ha soñado desde niña, y quiere que esta sea como la de “La Sirenita”, con su prometido navegando hacia ella para besarse durante el atardecer y así después, poder festejar con sus amigos a la orilla del mar… hasta que su padrastro, decide organizar una fiesta un poco más… común.
Para dejarse de pleitos, deciden hacer las dos bodas, una donde están con la familia, tradicional y sencilla, y una mas ostentosa y moderna, para los amigos y glamour, pero… obviamente estas terminaran siendo el mismo día, dando pie al momento más alocado y fuera de sí que pueda existir.
Vaya que a mi me cuesta trabajo el cine mexicano, nunca ha sido mi target y es muy difícil que una cinta atrape mi atención, y si soy sincero, “Hasta Que La Boda Nos Separe” no tenía un tráiler que me llamara, y a lo mucho pensé, tendríamos una película mediocre mas dentro del panorama fílmico mexicano… pero no, resulto no ser así, y esta termino siendo una muy agradable y fresca sorpresa.
Basada en la cinta rusa “Gorko!”, del director Zhora Kryzhovnikov, el primerizo director Santiago Limón logra en esta, su Opera Prima, transportar dicha historia (que no podría imaginarme yo un panorama mas distinto culturalmente como lo que serian una boda rusa y una mexicana), para traernos una cinta donde fácilmente se puede resumir cualquier numero de bodas a las que podamos haber asistido, donde nos podemos topar a cualquier personaje, familiar o invitado, y sin ningún reparo decir: “Si, eso me paso en tal o cual boda”.
¿Lo mejor de la cinta? No pretende ser nada que no es, en ningún momento intenta crecerse para fingir que será la película del año que ganara un sinnúmero de premios o que será alabada por la crítica como la que todos esperábamos, y precisamente ahí recae lo mejor de ella… se burla de si misma, se toma como una cinta zonza y divertida cuyo único objetivo es hacer reír con situaciones ridículas y exageradas.
Diana Bovio y Gustavo Egelhaaf, logran una muy buena química en pantalla y logran meterse en algunas de las situaciones más simpáticas (y que apuesto nadie querría pasar) para regalarnos un par de horas de entretenimiento… aaaah si, y no olvidemos a Roberto Palazuelos y Adal Ramones, quienes se permiten burlarse de si mismos, así como de la visión general que uno, como público, suele hacerse de ellos.
Una película que debes ver si pretendes pasar un rato divertido y olvidarte de todo…. Y especialmente, si no te vas a poner mamón.