Han Solo… un western que tal vez nadie pidió, pero que a nadie debería sobrarle

Han Solo es un personaje icónico, sin ser el personaje principal de Star Wars, siempre fue un fan favorite, el cuatrero, chico malo con un corazón de oro que termina siempre haciendo lo correcto, y del cual, nunca necesitamos realmente conocer su historia, pues, simplemente era lo que era, el tipo cool que aparecía cuando había que arreglar las cosas, y con eso nos bastaba. Poco a poco, con el pasar del tiempo, el universo expandido nos fue dando una idea de sus aventuras previas, sus deudas, sus peripecias como caza-recompensas, pero, a fin de cuentas, su pasado como tal era misterioso, y al parecer todos estábamos a gusto con eso, pues finalmente eso lo definía, y pues, ¿a quien le importaba realmente como escapaba? El chiste de todo era la “leyenda”.

Y pues si, finalmente sabemos lo que es el “Kessel Run” y como es que lo recorrió en 12 parsecs (un tanto redondeado), como fue la apuesta donde se hizo del “Halcón Milenario”, el como conoció a su eterno amigo Chewbacca, y la razón detrás de su nombre… y si, probablemente muchos tienen razón y es una película innecesaria y no pedida, per este “western especial”, en ningún momento deja de ser encantador y satisfactorio, y mas alla aún, recordemos que todo esto es un negocio a fin de cuentas, y el que a algunos no les guste esta “sobre-explotación” como algunos gustan de llamarlo, va a evitar que siga sucediendo, a fin de cuentas, todos seguimos llenando las salas para verlas, y lo seguiremos haciendo.

Dirigida por Ron Howard, Han Solo nos muestra a un joven Han (Alden Ehrenreich), habitante de Corellia y su novia Qi’ra (Emilia Clarke), quienes se dedican al negocio que permite a los jóvenes de la calle sobrevivir, el robo… siendo su mayor ilusión el escapar de este sucio planeta para poder ser libres juntos, pero como suele suceder, las cosas no pasaran exactamente como ellos lo planean.

 

 

En el camino conocemos a nuevos personajes que enriquecen la historia de Han, como Beckett (Woody Harrelson) quien se convierte en una especie de socio/mentor y su novia Val (Thandie Newton), quienes se involucran con el para lograr un robo que les dará a todos el suficiente dinero para comenzar una buena vida, el de un cargamento de un caro material llamado “Coaxium”, y es ahí donde comenzara la primera gran aventura de nuestro héroe.

Todo esto, a fin de cuentas, realmente no tiene un peso ni enriquece como tal el universo de Star Wars, pero te permite tener una visión un tanto mas dimensionada del personaje que hemos conocido y adorado durante tantos años, y acompañada de buenas actuaciones (que ojo, Alden nunca intenta imitar a Harrison Ford, crea su propio Han, pero le agrega muchos de los ademanes conocidos, lo cual le permite se un personaje original dentro de su propio contexto) además, de regalarnos a un muy logrado Donald Glover en el papel de Lando Calrissian, al punto de que ya sabemos, será uno de los próximos personajes en tener película en solitario.

Una película agradable, que cualquier fan de Star Wars sabra apreciar, aun y cuando sea probablemente una de las mas olvidables de la saga, pero eso, permítanme decirles, que con el cameo especial que verán, tendrán para emocionarse y mucho, y mas aun, esperar una segunda parte, para saber a donde quieren llegar los escritores y el director con el mismo.

¡No se la pierdan!

 

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