Ocean´s 8… El atraco con rostro de mujer


 

La “Gran Estafa” recibe un “Extreme Makeover”, ya sin Steven Soderbergh, no solo de su presencia, sino también del cast completamente masculino, para en esta ocasión, ver el mundo de los ingeniosos planes de robos, a través de los ojos de varias mujeres capaces de todo, y si, lo acepto, apart de ser increíblemente inteligentes, en el departamento de belleza, no le piden nada a nadie, e iniciando con eso, se agradece siempre.

En esta ocasión toma la batuta de la acción la astuta Debbie Ocean (Sandra Bullock) hermana del famoso Dany Ocean (George Clooney) quien no apenas acaba de salir de prisión bajo palabra cuando ya esta de nuevo demostrándole al mundo por que es una mujer de armas tomar, y si, de mucho mucho cuidado. A su salida se reencontrará con su socia Lou (Cate Blanchett), con quien comparte el plan que ha estado elaborando durante su estancia en la cárcel… robar el famoso collar Toussaint, propiedad de la marca Cartier, y que esta resguardado dentro de las bóvedas de seguridad del Met de Nueva York, tarea que parece poco menos que imposible. Para lograr tal tarea, tendrán que armar un grupo con habilidades especificas para desarrollar ciertas tareas dentro del golpe, dentro de este, encontramos a la diseñadora de modas Rose (Helena Bonham-Carter), la hacker Nine Ball (Rihanna), a la traficante Tammy (Sarah Paulson), a la especialista en diamantes Amita (Mindy Kaling), a la carterista y experta ladrona Constance (Awkwafina) y por ultimo, a la refinada actriz (y carne de cañón) Daphne Kluger (Anne Hathaway) que no sabe que esta por ser utilizada por este grupo de mañosas mujeres.

 

 

 La cinta toma un giro importante como contraparte de las cintas originales, muy ad-hoc a las épocas que vivimos donde, como ya sabemos, al parecer lo importante es el empoderamiento de la mujer (no que este en contra de eso, es solo que me gusta ver cine por verlo, no por hacerlo políticamente correcto, eso debería estar implícito en todo), y es ahora, donde Debbie, tendrá una agenda aparte, donde además de lograr el robo, deberá lograr vengarse de su expareja, el dueño de la galería de arte donde se conocieron, Claude Becker (Richard Armitage), quien cuya traición fue la que la llevo a la cárcel, para asi poder retirarse tranquila consigo misma.

Si bien el ingenio que maneja la película para conducir el tema del robo es bastante entretenido, la planificación del mismo toma demasiado tiempo, haciendo que el segundo acto de la cinta se vuelva un tanto insufrible, para apenas recuperar aliento en el tercero, y así, apenas, lograr salir avante como una cinta disfrutable que permite pasar un buen rato palomero, convencional, y que no aporta nada mas, que eso, un buen rato si es que no se tiene nada mas que hacer.

 

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