Alfa… o “educando a mi humano”


 

Keda es el hijo del jefe de una tribu prehistórica y por fin ha llegado su momento de demostrar que se ha convertido en un hombre, capaz de seguir los pasos de su padre, por lo que debe unirse a la cacería anual de bisontes para poder ayudar a su aldea a sobrevivir el invierno, pero al parecer la fuerza no es su principal característica, por lo que sufre un accidente donde es dado por muerto.

Cuando recupera la conciencia y se ve herido y solo, se ve obligado a recurrir a su inteligencia para poder regresar a casa, pero las inclemencias del tiempo y los peligros del camino harán de esta una tarea casi imposible. Tras un enfrentamiento con una manada de lobos, donde logra herir a uno, su valor por la vida le impide acabar con el y se dispone a ayudarlo a sanar mientras el hace lo mismo, esto lo llevará, sin saberlo a pasar de los momentos mas tensos, a tener que convivir con su depredador, a forjar las bases de lo que llegará a ser una fuerte amistad (y lo que verdaderamente lo ayudara a sobrevivir) y así asentar las bases de lo que eventualmente será el principio del mejor amigo del hombre.

Alfa es un paseo muy estilizado y dramatizado del “posible” primer contacto que el hombre pudo haber tenido con el lobo para lograr esta simbiosis / domesticación para llegar a la relación que tenemos con los perros hoy en día.

 

 

El director Albert Hughes, nos regala esta narrativa, que, a manera de historia “coming of age”, intenta mostrarnos una versión muy romántica de la relación de humanos y perros, pero que a decir verdad, esta demasiado fijada para, ya sea que la disfruten los niños, o aquellos que se identifiquen plenamente con los “dog lover” (amo a los perros, no me malentiendan, tengo 4, pero no como ciertas personas ahora que casi los convierten en personas), por lo que de inicio se siente terriblemente larga (para una película que dura por ahí de una hora cuarenta y que el lobo tarde 45 en aparecer es una eternidad), y que después, a pesar de algunas buenas escenas, se siente que le da demasiadas vueltas a todo.

Podría decir que lo que mas me emociono de la cinta, es que Morgan Freeman es el narrador, pero escasamente lo escuchamos con un par de frases al principio y otro par al final, eso es todo.

Para los niños me parece interesante que podría aportarles mensajes positivos y valores, como lo sería el respeto hacia las especies animales, de interacción con la naturaleza, y en especial un tanto sobre la autoestima y el deseo de superación a través del esfuerzo y el trabajo, por lo que la recomiendo en un ámbito familiar.

 

 

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