Ya siendo su cuarta vez trabajando juntos (la quinta ya viene con la cinta que preparan para Netflix “Wonderland”) la dupla Wahlberg – Berg, siempre están atiborradas de acción, donde Mark, siempre se las da del duro patriota americano que parece indetenible, y vamos, a quien no le gusta ver acción, acción, acción, cosa que “Milla 22” tiene de sobra.
Si quieren tener una buena idea del desarrollo de la cinta, piensen en un videojuego donde la misión sea llevar a alguien del Punto A al Punto B, acompañado de tu equipo y con la mayor cantidad posible de obstáculos que convertirán el viaje en un verdadero campo de batalla, con balazos, golpes, patadas, destrucción y daño colateral que puedan complicar el camino.
Mark Wahlberg interpreta a James Silva, experimentado oficial de la CIA que desde pequeño mostraba una inteligencia superior que solo se equipara con su deseo de violencia quien, junto a su equipo, se encuentra investigando sobre actividades nucleares ilegales, donde se atravesará en su camino Li Noor (Iko Uwais), informante de una de sus agentes, quien al parecer no es nada mas que un funcionario de bajo puesto, pero que presume tener información muy basta sobre el material robado, y que solamente compartirá con ellos hasta estar de camino de manera segura a Estados Unidos para su protección, así que la misión de Silva y su equipo, se convierte en la de transportarlo de manera lo mas segura posible esas 22 mortales millas antes de que sea demasiado tarde.
La película tiene un mood de cinta de acción super ochentas/noventas, donde los rusos vuelven a estar en el podio de los villanos por excelencia (¿coincidencia? ¿o la realidad supera a la ficción una vez más?) ahora un país inventado del sur de Asia llamado “Indocarr” (o sea ¿Cómo?) y Mark con un personaje que nunca le da un respiro a la pantalla, pues siempre está gritando y ladrándole a todo mundo, siempre a punto de morderlos y con una liga que usa en la muñeca para golpearse cuando esta por explotar (o sea, la usa toda la película, tanto que debería tener su propio crédito al final), ese típico personaje con el que es una maldita molestia trabajar, pero al que le confías tu vida por que es terriblemente bueno en lo que hace.
La película podría simplemente pasar como “una más” del género de acción, pero quien le pone un extra definitivamente es la estrella de cintas de acción indonesias hiperviolentas Iko Uwais (The Raid) quien le imprime su sello propio y que en mas de una ocasión me hizo retorcerme de dolor en el asiento con las muertes que se avienta (la mejor es una que llame “rasurada con ventana de coche).
Esta película es meramente para pasar un rato viendo cine de acción, explosiones y balazos y una historia interesante, nada más, donde no hay que quedarse meditando nada al final o hacer alguna introspección de ningún tipo, es simplemente para palomear el fin de semana viendo karatazos y persecuciones.