Pocas veces me pasa que vengo de regreso tras ver una película y no traigo en la cabeza lo que voy a decirles… Normalmente vengo estructurando mis ideas sobre lo que acabo de ver para tener una clara idea de como presentárselos, y hoy, tras ver Venom se presenta uno de esos donde tengo todo confuso y no se bien por donde o como empezar, así que espero en verdad quedar claro con lo que les quiero decir.
Después de días y días de bombardeo sobre si Venom es mala o simplemente la Catwoman de 2018, puedo decirles lo siguiente, no es mala, tanto como es decepcionante. Y es que el terreno que tenían para abordar al simbiote favorito de todos e icono de los comics noventeros es tan extenso, y rumbo por el que deciden llevarlo es… atípico.
Eddie Brock (Tom Hardy) es un reportero que se dedica a desenmascarar todo aquello que está mal en la sociedad, no le preocupa que sea el gobierno o una guerra, el siempre se ocupa de decir la verdad, hasta que le piden que haga un reportaje sobre la “Life Foundation” quien recientemente se vio involucrada en una accidente con una de sus naves espaciales y cierto “cargamento” que traían del espacio, en el que perdieron la vida 3 astronauta. Su problema viene cuando su jefe le pide que no antagonize al dueño Carlton Drake (Riz Ahmed), quien tomará más adelante el rol del antagonista, Riot, uno de los famosos “hijos de Venom” de la saga “Separation Anxiety” y que se enfoque exclusivamente en su desarrollo como empresa, cosa que obviamente no hace y causa su despido.
Meses después, uno de los científicos, la Dra. Dora Skirth, que trabaja en la fundación, no soporta más los experimentos de Drake, donde intenta fusionar humanos con los simbiotes (matando a varios en el intento) por lo que decide exponerlo, y para ello, recurre al caído en desgracia Eddie, al que infiltrara en la Fundación, y gracias a varios factores que se dan, tendremos como resultado, la creación de Venom.
Esa es la premisa a grandes rasgos.
La primera recomendación que les haría, cuando vayan a verla es: tomen todo lo que saben o creen saber de Venom y Eddie Brock, y tírenlo a la basura (o al menos déjenlo en casa, por que si esperan ver a los mismo personajes que conocen de los comics, van a salir desilusionados), ya que la cinta toma un tono muy distinto obviamente al tener que alejarse del universo del Hombre Araña, ya esto el cambia la mitología y las propias motivaciones que este par podrían tener y que comienzan con un odio mutuo por la dupla Spiderman/Peter Parker, y entonces nos llega con un personaje completamente distinto al que conocemos, preocupado por la gente, amable, enamorado, simpaticón, vulnerable y dicharachero que dista mucho del Brock que conocimos hace algunos años cuando Todd McFarlane nos presentaba al personaje, y toma simplemente detalles que le funcionan para esta rara adaptación, sin obviamente respetar origen o comportamientos originales.
Y es aquí, donde llegamos a los pecados de la cinta, siendo el primero, la presentación del personaje y el lograr que la película arranque, lo cual toma cerca de una hora ¡por dios! ¡Es una película de comics! ¡Necesitamos acción y al personaje! ¡No necesitamos conocer todos y cada uno de los aspectos de la vida de Brock o si ese día decidió ponerse calzones rosas por que el miércoles 3 de octubre! (Aplausos a la referencia por el día de Mean Girls).
Segundo, el personaje del villano, Carlton Drake, lo siento, pero para estas épocas ya no sirven villanos así, por que es de esos multimillonarios malos malos por el simple placer de poder serlo, y que solamente le falta tener el bigote enroscado y reír de manera malévola mientras amarra a la novia del protagonista a las vías del tren… en estas épocas, ya sabemos que villanos y héroes, ya normalmente tienen distintas motivaciones que son movidas, normalmente, por creer, que al menos para uno, se está intentando hacer lo que se cree correcto, por muy equivocado que se pueda estar, entonces te hace sentir que estas viendo a uno de los chicos malos de alguna de las películas de los noventas.
Y tercero, si, la película levanta (un tanto) cuando finalmente aparece Venom en pantalla, pero aquí es donde se nota la edición cuando decidieron que la película dejaría de ser R (o “C” para la clasificación acá en México) y convertirla en PG-13 (B) con la esperanza de en algún momento, poder empatarlo con el universo del Spidey de Tom Holland, cosa que sería imposible de ser esta una cinta mas sangrienta. Y es ahí donde se viene uno de los grandes problemas de la cinta, pues la relación Eddie/Venom, donde siempre tienen un dialogo interno, es como el de una película de policías, donde siempre tenemos a uno serio y a uno chistoso, entonces se la pasan molestándose el uno al otro volviendo así a Venom en “chistoso”, y no me malentiendan, no me molestan los chistes en las películas de superhéroes, pero al perder la cinta la clasificación “C” y quitar toda la violencia excesiva (estamos hablando de casi cuarenta minutos menos de acción e historia), la cual es perfecta para un personaje así, termina sin tener un contrapeso y una justificación, por lo que si llego un momento en el que si hubiera yo oído a Venom decir: “¡Oye Brock, jálame el dedo!”, no se me habría hecho nada extraño, y eso termina, si no matando, si aligerando demasiado el “mood”… nunca pensaría en un Venom que hable tanto, que se considere a si mismo un “perdedor” y que termine queriendo ser bueno y salvar a la Tierra por que “la bondad de Eddie lo convenció… ¿neta?
El ambiente termina sintiéndose burdo y cansado (si varias veces me dije “la neta no se de que se están riendo”), pero, si puedo decirles que no llega, al menos, a los niveles destructivos de Fantastic Four o Catwoman, aún cuando no pasa de ser más que una película dominguera/palomera que pudo haber dejado unas cuantas horas mas el render del CGI para que este no se viera tan desmejorado.
Descarrilable por momentos, no termina siendo el accidente ferroviario con miles de victimas que se os prometían, pero no es ni cerca la película que pudimos haber tenido y que fácilmente, este icono de los comics de los noventa merecía tener, con mucho suspenso y horror, y menos del caminar raro de Hardy, que parece que siempre tiene ganas de ir al baño.
Ojo por ahí al Easter Egg de “She-Venom”, del (como siempre) buen cameo de Stan Lee, y dos escenas post-créditos, siendo la primera, lo que MÁS (si, así con mayúsculas) vale la pena de la película, créanme, y una segunda, que, si decidieran salirse de la sala, no pasaría absolutamente nada.
¡Aaaah si! no se refieran a el como “parásito”, no le gusta… nadita.