Si te sientes muy a gusto con los pies pegados en la tierra, pero en algún momento te has preguntado qué se sentirá estar dentro de uno de los primeros aviones supersónicos que existieron, o dentro de un cohete espacial y llegar al espacio, “El Primer Hombre En La Luna” es la película que debes ver, pues no he encontrado alguna cinta que hable sobre viajes al espacio, que involucre tanto al espectador dentro de la acción, lo cual esta ejecutado de manera perfecta… pero si, tal vez solo hablamos de su capacidad inmersiva, por que, en muchos otro aspectos, tiene varios inconvenientes.
“First Man”, por su titulo en ingles, es la nueva cinta de Damien Chazelle, nada mas y menos conocido por sus películas La La Land y Whiplash, quien en esta ocasión decidió dar un giro completo a su genero cómodo, el musical, y llego al biopic dramático, en paso gigantesco bastante arriesgado.
En la película nos enfocamos a dos historias, tan distintas como a la vez paralelas de la vida de Lance Armstrong, el primer hombre que piso la luna, por un lado, lo vemos como un hombre abatido y atormentado por la muerte de su pequeña hija, debido a un tumor, cosa que lo marcaría por toda la vida. Por el otro tenemos al valiente astronauta decidido a toda costa a ayudar al programa espacial Apolo para lograr posar por primera vez, una nave en la superficie lunar, para ganar la carrera espacial a los rusos, y permitir al hombre, por primera vez, pisar el satélite natural de nuestro planeta, con el extra, de regresar de una sola pieza.
Ryan Gosling se enfunda en el papel de Armstrong, y lo hace de una manera muy correcta, alejándose, como el sabe hacerlo, de sus interpretaciones simpáticas, para en esta ocasión, brindarnos a un tipo duro, frio, cuya profesión lo obliga a tener que lidiar con accidentes que constantemente le arrancan la vida a sus compañeros, haciéndolo esto cada vez mas fuerte y decidido a no dejar que sus decesos sean en vano, pero que también, no puede evitar sentirse mercado por cada una de estas perdidas.
La que para mi es el primer “pero” de la cinta, es Claire Foy, quien interpreta a Janet, esposa de Neil, y quien es la que carga con todo el peso de los traumas y dolencias que van atormentando a su marido a lo largo de la cinta, y digo, yo se que influye que Foy no suele brindar actuaciones que me gusten, pero uno esperaría ver a una mujer en esta situación, que a lo largo de los años, evolucionara, cambiara, madurara y no solamente hiciera cada vez mas carita de perrito regañado, para, de buenas a primeras, en una escena explotar de ira, y después volver a lo mismo.
Y volviendo a Chazelle, si, lo que logra para mostrarnos el como se sentían estos aventureros en sus aventuras es único, pero a su vez, también llega a ser muy cansado el sentirse todo el tiempo (no es como que sea una película cortita) en un espacio apretado e inaccesible, cosa que se incrementa y que pondría a cualquiera a dormir en el momento en el que por fin llegan a la Luna, donde todo se ambienta en la manera que se viviría allá… solo, silencioso, cosa nada positiva para una cinta que tendría que tenerte al borde de la butaca con la adrenalina a tope.
Una cinta que tal vez solo no deberían perderse los super clavados en los viajes espaciales… o super fans de Damien o Ryan, pero advertidos están.