Debo confesarme muy fan de Lisbeth Salander, y hablo de Lisbeth Salander (as como su eterno compañero y amor platónico Mikael Blomqvist) en los libros, en las cintas suecas, y si, aunque muchos se quejen, en la versión de David Fincher, que admito me dolió que no siguiera haciendo las cintas con Rooney Mara y Daniel Craig, así que estaba un poco emocionado, y a la vez un poco espantado cuando anunciaron que Sony sacaría una cinta basada en el cuarto libro de la serie, que es el primero que ya no esta con el nombre del autor original Stieg Larsson, si no con el de David Lagercrantz, quien es el encargado del personaje tras la muerte de Larsson, seguido de una serie de movimientos legales algo turbios, pero que son lo que finalmente nos tiene aquí.
Lisbeth Salander, por si no la conoces, es la chica retraída mas cool del mundo, tatuada, con memoria fotografica, hacker, maneja motos, mata violadores y salva mujeres de los hombres que las odian (si, referencia a uno de los títulos), una vengadora hecha y derecha para el siglo XXI.
Ya enfocados en la versión gringa, y tras una serie de criticas ala adaptación, Fincher y Mara abandonaron el proyecto, que ahora fue retomado por Fede Álvarez, director de cintas como “No Respires” y el remake de “Evil Dead”, pero, aquí viene el primer pero del asunto, es que ¡simplemente no concibo que hayan decidido saltarse los libros 2 y 3! ¿Dónde queda, para aquellos que no han leído los libros, conocer mas a fondo a Lisbeth, su manera de pensar y actuar? ¿Cómo demonios va a saber la gente lo que significa para ella su padre y quien demonios es? Y con esto solo vamos empezando…
De pronto, en esta nueva entrega, la señorita Salander deja de ser la chica que descifra todo en su cabeza, para convertirse en una especia de Bruce Wayne, con toda clase de artilugios escondidos por la ciudad, con casas de seguridad y coches a su disposición en cada punto estratégico que, por alguna magia negra, ella ya sabia necesitaría… ¡Lisbeth no es un superhéroe! ¡Lisbeth es una mujer inteligente dispuesta a hacer todo para resolver casos e igualar el campo de juego para los participantes!… ¿y en verdad esperan que de pronto simplemente, muy al estilo de los Simpsons, de pronto diga “aaaah, si, tengo una hermana, nunca he hablado de ella, pero es malvada”? ¿En serio?
Ahora, viene el otro pero, que es el cast… Ya tuvimos a Noomi Rapace y a Ronnie Mara dándole vida a este increíble personaje ¡Y deciden poner a Claire Foy en el papel! ¡Una mujer que no importa la escena que este interpretando siempre tiene cara de perrito regañado! ¡Y Lisbeth es una mujer joven, a penas deber estar entrando a lo mucho en los veintes! ¡Claire la hace ver como de 40! Y ni siquiera hablemos del actor que escogieron para Mikael (Sverrir Gudnason), quien debe tener la presencia de un periodista maduro, serio, reconocido ¡y ponen a un escuincle que se ve mas joven que Foy!! Además de que le quitan toda importancia a su personaje y se convierte en nada mas que el “Deus Ex Machina” de Salander ¿Es que no podían atinarle a algo con la película? (y miren la dirección y la intención de Fede es buena, pero no se ayudaron con los actores) y, además, pasamos de historias de corrupción, empresas y asesinatos, ¿a detener un ciber-ataque con armamento nuclear? ¿Qué sigue? ¿Lisbeth viaja al espacio y nos defiende de los extraterrestres?
Lamentablemente la película se siente que ha perdido el rumbo, por un intento de convertir a su protagonista en una “super mujer” alejándola completamente de esa humanidad que la hacia perfecta para las historias de Larsson.
Lo siento, pero no, Lisbeth Salander no es Bond, no es Batman… es Lisbeth.