El Regreso de Mary Poppins… “Todo es posible, hasta lo imposible”


 

¡Vaya reto el que tenia enfrente Emily Blunt al darle vida a la niñera mas famosa de la historia después de que lo hiciera Julie Andrews y que fue un personaje intocable durante 54 años!

Mary Poppins (1964) fue un exitazo en su época que se ha mantenido hasta el día de hoy como una de las películas mas queridas de la historia, y es difícil encontrar a alguien que no le guste, o al menos, que no la haya visto, vamos… ¿Quién no ha cantado “Supercalifragilisticoespialidoso” alguna vez?

Difícil pensar en atreverse a hacer una secuela después de tremendo monstruo de película, que lograra mantener vivo el espíritu del personaje icónico de PL Travers, con esa honestidad y dulzura con la que contaba la primera, que al parecer se hizo con tinta indeleble… pero Rob Marshall y Emily Blunt lo han logrado con creces.

“El Regreso de Mary Poppins”, nos lleva años mas adelante de la cinta original, donde Michael (si, el niño de la primera, ahora interpretado por Ben Whishaw) ya es un adulto, viudo y con tres hijos. Su hermana Jane (Emily Mortimer), aun es soltera y se dedica a ayudarlo cuando no se esta dedicando al activismo. Estamos en el Londres de la Gran Depresión, el de los años 30, donde la gran parte de la población vive desesperada por no poder tener ingresos que les permitan vivir cómodamente. Esto ha afectado a los Banks, y en vaivén que ha ocasionado la muerte de su esposa, Michael ha olvidado pagar un prestamos que solicitó al banco, el cual ahora exige el pago completo del mismo o quedarse con su casa.

Los niños se enteran de este hecho y comienzan a planear como ayudar a su padre a salvar su casa cuando en ese momento, la niñera mas famosa de todas (Emily Blunt), reaparece para, una vez mas, intentar re-acomodar la vida de los niños Banks  y de sus hijos también), pues nada ayuda mas a un evento desesperado como un poco de magia y esperanza, ayudado por un farolero de nombre Jack (Lin-Manuel Miranda) y, por primera vez, una pariente de Mary, su prima Topsy (Meryl Streep), prueba de que la magia corre en las venas de esa familia.

 

 

En tiempos complicados como los que vive actualmente el mundo, una película que nos hable sobre esperanza es bien recibida, contando, además, el fabuloso trabajo de Emily Blunt al apoderarse del papel de Poppins, sin tener la necesidad de copiar al carbon la versión de Andrews… si, es la misma, pero no, no es igual. (Y un aplauso especial a Julie Andrews, quien rehusó hacer algún cameo especial en la cinta para permitir que todo el reflector sea para la nueva Nana Blunt).

Pero si de apariciones y momentos especiales hablamos, obviamente necesitamos mencionar al siempre fabuloso Dick Van Dyke, quien originalmente daba vida tanto a Bert como al Sr. Dawes, y que ahora, da vida a…. no, tendrán que verla para enterarse. (Aah si, y también te hace perder un latido de corazón ver ahí a Angela Lansbury).

Si son fans de la original, les aviso que esta la van a amar por igual, y podrá tener sus varios “peros”, pero la nostalgia y la destreza con la que manejan la historia, bien nos permitiría poner las 2 cintas una tras la otra, y tendríamos buenas cuatro horas de Mary Poppins.

Vas a cantar, a llorar a reír, y especialmente a recordar. Te vas a emocionar con el diseño artístico, con los vestuarios, los homenajes, la animación, y lo vas a querer compartir con las nuevas generaciones, así como tus papás y tus tíos seguramente lo hicieron contigo.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *