Review de “El Asesinato de la Familia Borden” … amor al filo del hacha

Lizzie Borden took an axe, (Lizzie Borden tomó un hacha)

And gave her mother forty whacks, (y le dio a su madre cuarenta golpes)

When she saw what she had done, (tras ver lo que había hecho)

She gave her father forty-one  (a su padre dio cuarenta y uno)…

reza la famosa rima infantil de 1892 (si, en aquellas épocas los niños eran mucho mas tétricos… o tenían menos que hacer) acerca del brutal crimen que se adjudicaba a la joven Lizzie Borden, aun y cuando varios de los hechos de esta son falsos o no probados… la asesinada era su madrastra, no su mamá, esta recibió 19 hachazos, su padre solo 11 y Lizzie nunca fue encontrada culpable, fue absuelta por el jurado, mismo que fue tan famoso, y que se dice fue el que inicio el gusto del publico por tener conocimiento del resultado de estos, especialmente con gente dedicada a la farándula ahora, tan es así, que la canción es famosa aun en nuestros días, y que además, es un día de campo para los conspiracionistas, que aun no se ponen de acuerdo si también pudo haber sido la sirvienta o el hermano de su papá.

“El Asesinato de la Familia Borden” (“Lizzie”) fue dirigida por Craig William MacNeill, y es protagonizada por Chloë Sevigny como Lizzie y Kristen Stewart como Bridget Sullivan, sirvienta de la casa, sumándose a la larga lista de diversas interpretaciones que existen de esta cruda y antigua historia.

Problemas económicos, familiares y pasionales, son normalmente nombradas como las principales causas que orillaron a que alguien cometiera este atroz crimen, mismos que son reflejados en la cinta, la cual toma una dirección distinta a la que nos tienen acostumbrados con esta historia, pues, mas que enfocarse en la parte “slasher” y “gore” del crimen, nos muestran el declive mental de Lizzie al tener que lidiar con un intolerante padre, una madrastra a la que nunca ha soportado y una hermana que, a pesar de que la quiere, no deja de considerarla una loca digna de estar encerrada en un manicomio., dándole mas estilo de un melodrama psico-sexual, que en la historia de una famosa asesina, y eso es probablemente donde se siente que la película cojea un poco, pues sabemos cual es el desenlace, sabemos hacia donde nos dirigimos, y de pronto, la historia se puede sentir un tanto larga, pues realmente, la parte “importante”, es ver y saber como se cometió el crimen.

 

 

Aquí si la excusa es mucho mas el “porque”.

Sevigny logra una buena interpretación de Lizzie, y como poco a poco va cayendo en la locura, aun y cuando el “amor” (tal vez mas “fijación”) que comienza a sentir por Bridget, pudiera parecer comienzan a tranquilizar sus demonios, aunque sea esto lo que termina detonando todo en su cabeza. Kristen Stewart, una vez, y como nos tiene acostumbrados, actúa como si estuviera interpretando a un palo de escoba, la misma cara inexpresiva de siempre.

Lo que si destaca de gran manera, es la fotografía de Noah Greenberg, la cual convierta cada toma en una obra de arte, siempre resaltando la oscuridad de la lujosa casa y la mínima luz que suele entrar a esta, lo cual, a pesar del tamaño, la vuelve melancólica, claustrofóbica, y con todo eso, hermosa, convirtiéndola así, en un personaje mas.

Una cinta funcional, pero que no vería mas que en el caso extremo de no tener nada mas que hacer.

 

 
https://youtu.be/7VF5PhMNVO8

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *