
¿Quien, habiendo obviamente crecido en México, no creció familiarizado con la leyenda de “La Llorona”? Seamos o no supersticiosos, a todos nos toco que algún familiar, o en algún campamento, invariablemente, alguien nos contara la historia, la cual, podía variar en detalles de persona a persona, pero siempre con el mismo desenlace… un alma en pena sufriendo toda la eternidad por sus hijos, y no creo que haya quien, en algún momento se haya asustado con la historia.
Ojalá “La Maldición de la Llorona” hubiera tenido ese toque terrorífico que se lograba cuando alguien nos contaba de este espíritu tan mexicano, pero nada mas lejano de eso. Esta cinta llega “ligada” al universo de “El Conjuro” de James Wan (dirigida por Michael Chaves), con un guion anémico, que no logra realmente asustar, una vez más, queriendo lograr todo con apariciones y gritos sorpresa, menospreciado totalmente al publico que ama las películas de terror, además ¿por que tenían que hacer que “La Llorona” se pareciera tanto a “La Monja” físicamente?
Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, guionistas de la cinta, le dan un tratamiento a la misa, en el que pareciera que nunca han visto una película de terror, completamente frustrante, queriendo sobre explicarnos cada cosa que sucede, como si los asistentes fueran tontos y no entendieran, y con demasiado tiempo muerto en pantalla, donde literalmente no sucede nada… además, intentan situar la acción en los 70’s, pero en ningún momento sientes esa aclimatación a la época, es como si simplemente nadie sacara su celular durante la historia.

Ahora, rara vez nos toca (o casi nunca) una película de terror que gire alrededor de folclor mexicano, y pues… digo, como que debería girar en torno a una familia latina al menos, y no ser simplemente la excusa para que se desarrolle la acción, y termine siendo una estadounidense (guapa como siempre Linda Cardellini) quien termina con siglos de historias de este afamado fantasma, y para colmo de una manera terriblemente ridícula. El español aquí sirve para la señora a la que nadie le cree y que obviamente debe estar loca, para el curandero y para el fantasma, la cultura que dio vida al ser espectral en cual es el centro de la película, queda totalmente de lado.
Fuera de algún par de momentos de tensión y algunos de risa involuntaria, este largometraje no funciona mas allá de ser una de esas películas que pasan los domingos cuando no queremos hacer nada, pues carece totalmente de esencia, de ese sabor especial que solo una historia de miedo contada por nuestros abuelos podría tener. Me hubiera gustado salir de la sala con la necesidad de tener que ir a hacerme una limpia, en lugar de eso, tena ganas de ir a pedir que me regresaran la hora y media que perdí con tan mala película.
