“Hijo de la Oscuridad” definitivamente surge como un nuevo genero fílmico, el de terror de superhéroes (si, gracias a tanto atraso se le adelantan a “New Mutants”) y solo puedo decir que me encanta. Digo, ¿a quien no le gustaban aquellos comics donde te decía “what if” o “que hubiera pasado si” el camino de un héroe hubiera sido completamente distinto? En este caso… ¿Qué hubiera pasado, si el pequeño Clark Kent, viviendo en Smallville con sus papás, prefiriera ser un sádico villano? ¿Si hubiera decidido no ser el “buen boy-scout” que todos conocemos y se diera cuenta de la ventaja que tiene al ser físicamente superior a los humanos? Pues gracias a la producción de James Gunn, el guion de sus primo y hermano Mark y Brian Gunn, y la dirección de David Yarovesky ahora podemos saberlo, y créanme que no es nada agradable.
La historia es muy cercana a la que conocemos: una pareja que vive en una granja no puede tener hijos, Tori y Kyle Brenner (Elizabeth Banks y David Denman), cuando de manera casi milagrosa, un bebé extraterrestre cae abandonado cerca de su casa y deciden adoptarlo. ¿De donde viene? No parece importarles pues ellos solo quieres cuidarlo como propio. Y es así como el pequeño Brandon (Jackson Dunn) crece y vive como cualquier chico normal de 12 años, hasta que cosas extrañas comienzan a suceder… su nave espacial, la cual esta escondida en el granero, comienza a “llamarlo” y ponerlo en una especie de trance, empieza a mostrar superfuerza y otros poderes supernaturales iguales a los de Superman, pero en un niño que es pura maldad.
Desde que anunciaron los planes para llevar a cabo la filmación de la película, me sentí muy atraído por la idea (además de fascinarme el diseño de la mascara) y hasta el trailer “Red Band” logro hacerme retorcer de la desesperación (o sea, la mesera se sacaba un vidrio del ojo… uuuuugh) por lo que pueden imaginarse que no solo es terror, si no que es bastante gore, y si con escenas que no son para aquellos sensibles a la sangre.
Dentro de todo, la cinta es un slasher de librito con la diferencia de los superpoderes, pero lo que esta bien logrado, a pesar de se un poco largo, es del desarrollo que se les da a los papás al principio de la película, para que en verdad te importe lo que sucede con ellos cuando sabes que viven en la casa de un psicópata todo poderoso. Pero tal vez ahí radique el punto mas flaco de historia.
Superman fue criado por gente buena, los Kents, lo cual fue lo que le dio los valores para defender a la humanidad a toda costa, a pesar de no pertenecer a la Tierra de manera originaria. ¿No habría sido un poco mas interesante darle ese giro a la historia, donde este extraordinario bebé hubiera sido criado por malos padres? ¿Tal vez un padre alcohólico o golpeador? ¿Una madre sobre protectora y celosa? Creo que en ese sentido habría sido aun mas interesante, ver una historia donde pudiéramos ver un poco mas ese lado psicológico, a diferencia de uno simplemente reaccionario, pero, aun así funciona de muy buena manera.
Buenos sustos, una gran idea, y buenas actuaciones, de una parodia del genero de superhéroes que en lugar de hacerte reír, te va a espantar bastante. Todo esto hace de “Brightburn” un gran producto, y del que les puedo asegurar, seguiremos viendo historias mas adelante.
