Review de “Lo Que Fuimos” … las cosas que van quedando en el camino

Bridget (Hillary Swank), es una mujer que, de primera impresión, parece tener su vida ordenada y bajo control, su carrera como chef va bien, tiene una hija en la universidad, un esposo que la procura… pero algo no la deja dormir. De pronto recibe una llamada de su hermano Nick (Michael Shannon) para informarle que su madre (Blythe Danner) que sufre de Alzheimer, se escapo de casa a mitad de la noche, lo que comienza a desencadenar los sucesos que ponen en evidencia el caos que es su vida. Junto a su hija Emma (Taissa Farmiga) Bridget viaja de California a su ciudad natal en Chicago, para ayudar a su hermano a convencer a su terco padre (Ben Foster) a poner a su madre en una casa de asistencia, pero intento tras intento, este se niega a aceptar ayuda para su esposa, pues no cree que necesite alguna mas aparte de la suya, pues cree que manteniendo su vida lo mas normal posible al lado de su esposa, le hará mas bien, que un lugar parecido a un hospital.

Ver a su padre luchar para mantenerse al lado de su madre, hace que Bridget se de cuenta de lo vacío que es su matrimonio. Su intento por tener un amorío y sentir algo falla. Se da cuenta de que su hija ha estado lidiando con una depresión profunda y quiere dejar la universidad. Su hermano se rehúsa a tener una relación estable y su novia lo ha abandonado, obligándolo a vivir en el bar del que es dueño. Y si, todo esto la hará entender que ni ella ni su hermano han tenido lo que sus padres tuvieron, pero también es evidente, que ni todo el amor del mundo, ayudara a Ruth con su enfermedad.

El debut como directora de Elizabeth Chomko, “What They Had” (“Lo Que Tuvieron” o “Lo Que Tenían” por su titulo en inglés) tiene un profundo dejo de nostalgia. Nos refiere a un amor perenne de un hombre por su esposa, de esos que ya rara vez se ven, sin importar que los recuerdos de su relación poco a poco vayan desapareciendo por culpa de su enfermedad. Es algo que no se hereda, y que sus hijos no conocen, a ellos les ha tocado lidiar con realidades diferentes, una donde nunca se han sentido especiales o cuando menos apoyados y siempre han tenido problemas para conectarse a un nivel profundo con otros, y la completa felicidad les es desconocida. Ahora les toca ver, como en su intento por ayudar a sus padres, están muy posiblemente, destruyendo el poco tiempo que les queda antes de que todos esos bellos recuerdos sean borrados.  

Para la directora, el tema del Alzheimer es muy personal, ya que su abuela fue diagnosticada con la enfermedad, por lo que solo podemos imaginar lo complicado que debe haber sido para ella el recrear esa sensación de dolor al ver como los recuerdos y la memoria de un ser querido se desvanecen mientras lo tienen frente a ti. La película cuenta con muchos momentos de humor, muchos asociados con eventos que ocurren por la perdida de memoria de la madre, pero que una vez que logras aterrizarlos en el contexto, te dejan con una terrible sensación de que, lo que esta por venir, no será nada menos que una desgracia, y que los pocos momentos donde Ruth logra tener momentos de lucidez, son aquellos donde la sonrisa de sus hijos, aun cundo sea con los ojos llenos de lagrimas, es la mas autentica de todas.

Para un proyecto tan interesante como este, tener nombres como Swank, Shannon Foster y Danner en el cast, tendría que ser la apuesta mas obvia. Hillary Swank teniendo que equilibrar su papel como hija comprometida con sus padres mientras que su propia vida se desmorona, intentando evitar que todos se caigan en pedazos sin lograrlo, mientras comunica al publico su frustración y arrepentimientos a través de sus expresiones, es un gran trabajo. Michael Shannon como este hombre cascarrabias, frustrado, cansado de lo que le ha tocado vivir, pero aun así lo suficientemente vulnerable para romper en llanto. Una familia que siempre esta a la defensiva, pero, que la situación presenta, comienza a romper y así demostrar, que no son mas que años de resentimientos entre ellos. Ben Foster tiene el papel del típico esposo de antaño, religioso, que no se arrepiente de la manera en que manejo la crianza de sus hijos, típico patriarca, pero que, a la vez, teme perder a su adorada esposa, aquella que, solo en sus momentos mas lucidos, logra a lo mucho, recordarlo como su novio. Y para rematar la vida de Bridget, también aparece el conflicto dramático con su hija, construyendo una cinta de pequeñas batallas entre los protagonistas, que van armando tensión entre ellos, y que se siente honestamente doloroso ver, aun entre gente que se quiere, existe espacio para el enojo y la molestia, y a veces, uno necesita un lugar privado y solitario, a donde poder escapar y alejarse de todo.

Una cinta envuelta en emociones y sentimientos, cargada de tristeza por un tema fuerte como es el Alzheimer, y que te maneja con un sentimiento de impotencia al sentir que no hay nada que hacer para detenerlo, generando asi pequeños sentimientos de odio, que cuando se juntan, terminan convirtiéndose  en resentimiento, y que aún así, logra eventualmente, fijar su atención en la luz que emerge de toda esta oscuridad, demostrando que la vida es una gran escala de grises con muchas pinceladas coloridas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *