
En 1939, el poeta T.S. Eliot publico un libro llamado “Old Possum’s Book of Practical Cats”, lleno de poemas sobre gatos que alguna vez escribió para entretener a sus ahijados, en los cuales describe de manera detallada y entretenida a varios gatos con distintas personalidades y comportamientos.
En 1989, Andrew Lloyd Weber tomo esos poemas, los unió a manera de formar “una historia”, que originalmente funcionarían como una especia de concierto, y que termino convirtiéndose en uno de los musicales mas exitosos de la historia, cosa que nadie habría podido predecir. Estrenando y triunfando originalmente en Londres, la obra eventualmente se movió a Broadway donde se dedico a destruir records, convirtiéndose en el cuarto show con mas duración en la historia de Broadway.
Y nunca he podido negar que esta dentro de mis musicales favoritos, por lo que cuando escuche la noticia de que Tom Hopper (a quien le agradezco su adaptación de “Los Miserables”, excepto por Russel Crowe) estaría llevando a los gatos Jellice a la pantalla grande, me emocione bastante. Grandes nombres empezaron a surgir para el cast… Jennifer Hudson, Taylor Swift, Francesca Hayward, bailarina principal del Royal Ballet ¡Judi Dench!! ¿Qué podía salir mal?…
Poco sabia yo que mucho IBA a salir mal.
De primer vistazo, sonaba tal vez lógico que no se utilizaran trajes ni maquillaje para esta producción, y se usaran técnicas de CGI para convertir a los actores en gatos, el cual ¡dios mio! ¡es pésimo! Las caras de los actores a veces voltean a distintos lados que las cabezas, a veces son desproporcionadas, además no poder dejar de pensar en que parece una reunión de “Furries”. Cats es una de las pocas (si no es que la única) de estas obras que carece de dialogo y se maneja completamente con canciones que, sobre el escenario funcionan magníficamente, pero una vez que se intenta llevar a la pantalla, donde si es mas necesario tener un hilo conductor que lleva la trama, esta queda endeble, sin chiste, sin conflicto, y el que se inventan, lo manejan sin sentido alguno.

La idea básica de la historia, es que presenciamos la noche donde los gatos llevan a cabo “audiciones”, pues están por elegir al que ascenderá al “Heavyside Layer” para tener una nueva vida Jellicle (entiéndase una nueva de sus nueve vidas). Limpieza y purificación de la que han tenido (cosas en las que Eliot creía fuertemente).
El primer cambio con respecto a la obra, es el convertir a Victoria (la gata bailarina de Ballet) en el personaje principal de la historia cuando la vemos ser abandonada en un callejón por su dueña, donde los Jellicle la adoptan como una mas de ellos mientras le enseñan sus costumbres, quitándole el protagonismo a Munkustrap, quien funge como el protector del grupo, el encargado de presentar a cada uno de ellos, y convirtiéndolo en “uno mas” (cosa que me tomo personal, por que es mi personaje preferido de la obra). Para este momento, si no conoces nada sobre la obra, e intentas comprenderla basándote en la letra de las canciones, buena suerte, no vas a entender nada. Poco a poco vamos conociendo a los gatos, y cosa que no entiendo ¿Por qué demonios cambiar tanto estas canciones que esta probado que funcionan? ¿Por qué matar grandes números de baile como los de los ratones y las cucarachas de Jennyanydots, la cual es una gata hogareña y maternal (y que aquí convierten en una estúpida que solo se cae y tiene momentos de pastelazo) para hacer pésimas animaciones CGI con cero bailes y nada de emoción?¿Porque demonios cambiar una canción animada como la de “Mungojerrie y Rumpleteazer”, que nos habla de gatos traviesos y rebeldes, para convertirla en una aburrida y lenta pieza de Jazz? Amo con todo mi corazón y super admiro a Judi Dench pero ¿QUÉ DEMONIOS HACE EN ESTA PELÍCULA SI LA SEÑORA YA NO CANTA UN CARAJO? ¡Da pena ajena escucharla intentar darle a una nota mientras parece que declama! Tom Hopper simplemente no entiende nada de la esencia de “Cats”.

Idris Elba interpreta al “malvado” Macavity, uno de los pocos gatos que usan ropa (OK, se lo permitimos, la gabardina y el sombrero le dan mas “impacto”) pero cuando llega su canción, y la gabardina desaparece, tenemos uno de los momentos mas incómodos de la película, pues la piel del gato es exactamente pareja e igual a la de Idris, por lo que parece estar completamente desnudo y “anatómicamente incorrecto” además de tener cola… Not cool. ¿Y por que desaparece y es capaz de “tele-transportar” a otro? Macavity no es un gato mágico…
Dentro de las cosas “buenas”, obviamente tenemos a Jennifer Hudson (que no se salva de verse HO-RRI-BLE) cantando “Memory” de manera perfecta (no puedo escuchar esa canción sin ponerme al borde del llanto), una canción que expresa una tristeza indescriptible y que solo puede ser interpretada por las mejores voces, solo eso valió la desmañanada para ver la película. También hay una gran escena de baile dentro del teatro, donde aparece el famoso dueto de bailarines “Les Twins” y que me hacen preguntarme… ¿los gatos necesitan zapatos para bailar?, además de que Ian Mckellen lo hace INCREÍBLE como “Gus, el gato del teatro”, destellos que se pierden dentro del resto de malos momentos de la cinta.
El problema mas grande de Cats es uno… no confía en su audiencia. No confía en que su publico, que es obvio que en su mayoría serán fans del teatro musical se interesen lo suficiente en ver las escenas de baile, creen que no llenarán nuestras expectativas, pero ¡CATS ESTA PLAGADA DE INCREIBLES NUMEROS DE BAILE! Pero Hopper solo se dedica a ver que puede cortar, que ángulos puede cambiar, que tanto mas CGI puede meter en alguna escena y en meter mas y mas filtros, negándonos absolutamente cualquier sensación de movimiento sostenido, negándonos el simple placer de ver a un bailarín hacer lo que mejor sabe… ¡BAILAR! (a excepción claro, cuando Francesca nos deleita con su ballet, ahí es la única ocasión que tenemos un verdadero momento lírico de movimiento fluido agraciado, pero realmente nada mas.
“Cats” es totalmente despojada de su alma, de su corazón, de su núcleo, y lo único que nos regala en la pantalla grande, es un programa de talentos felino, que bien podríamos ver en la comodidad de nuestra casa cuando no tengamos nada mejor que hacer.
