
“Nueva York Sin Salida” comienza con un vistazo al pasado, en el funeral de un policía, quien logro eliminar a dos de los tres delincuentes que lo atacaron. Su hijo se encuentra presente en el funeral, y este crecerá para convertirse en el famoso detective André Davis (Chadwick Boseman), protagonista de nuestra historia, y será este hecho el que marque la brújula moral de nuestro personaje en adelante (por cierto, prepárense para apreciar una de las mejores tomas hechas con dron, sencilla, pero bastante impresionante y bien lograda).
La impresión que me deja la cinta mientras la veía, era como estar sentado una vez mas en una sala de cine ala en los noventa, viendo una de estas películas de acción policíaca donde no importaba tanto el ver el desarrollo del personaje, normalmente estos ya se te presentan totalmente formados, y vamos no necesitas mucho mas para verlo disparar, perseguir criminales y evitar explosiones, siendo un buen recordatorio para un tipo de cine que no veía hace muchos años, y que si bien no son para nada el hilo negro de la cinematografía, cumplen con las expectativas de ver una cinta entretenida. Chadwick, quien también es co-productor de la cinta, se dedica a correr, disparar y a maniobrar el auto en persecuciones de alta velocidad, no por esto, evitando que su personaje sea inteligente. Es el típico policía incorruptible que, tras la tragedia de su infancia, esta dedicado cien por ciento a hacer valer la ley, y esta por toparse con un caso que lo llevará al limite.

Un par de chicos (Tayor Kitsch y Stephan James) se disponen a robar un restaurante, pero no, no quieren la caja registradora, pues saben que ahí dentro, se encuentran 30 kilos de cocaína que los ayudaran a salir de sus problemas. Armados hasta los dientes, una vez que se disponen a llevarse el producto, dos cosas ocurren, primero, quien les dio el tip, fallo terriblemente y no eran treinta kilos, eran trescientos… y segunda, un grupo de policías aparece de la nada en el restaurante, convirtiendo todo en una masacre, por lo que encargan a Davis quien tiene fama de no dejar criminales con vida, la resolución de caso. Obvio una vez que ves que el jefe de la policía del distrito es J.K. Simmons y su compañera asignada al caso es Sienna Miller, las posibilidades de la cinta mejoran aun mas. La estrategia para detenerlos es simple, cerrar todos los accesos y salidas de la isla e inundar la isla con policías… suena a que será una noche agitada.
¿Sientes a momento que las cosas suenan demasiado sencillas? ¿Algo incompletas? Es por que obviamente a trama se va complicando un poco mas mientras avanza, lo que lamentablemente hace que el principio peque de ser un tanto lento, falto de acción, pero mientras nuevos elementos se van uniendo a la información que tenemos del asunto, esta comienza a elevarse y la acción mejora. A pesar de que nunca justifica sus acciones, los “malos” comienzan a sentirse mucho mas carismáticos que gran parte de los policías, cosa que contrasta con su “status” de asesinos de policías, y el mismo Davis ve algo en ellos que sabe debe descubrir, pues lo llevará a descubrir algo aún mas complicado.
Con guion de Adam Mervis y Matthew Michael Carnahan, no esperemos muchos giros de tuerca que nos enloquezcan, pero si revelaciones que agregan tensión a la trama, permitiendo así que Boseman y su perspicaz detective tengan su momento de gloria. Y repito, esta cinta es para aquellos quienes disfrutan las cintas de balazos, persecuciones y misterios, que nos permite pasar un rato entretenido sin mas complicaciones, al estilo de las películas de hace algunas décadas.
