
Cuando supe que habría una película sobre Fred Rogers, mejor conocido como “Mr. Rogers”, lo primero que pensé fue “¡A nadie en México le va a interesar verla! ¿Quién conoce a Mr. Rogers? ¡Es como si hicieran una película sobre el Tío Gamboin y la pasaran en Estados Unidos!”, por mi parte sé quién es y conozco un poco sobre su famoso programa, pero por que me encanta saber sobre todo lo que tenga que ver con cultura pop, pero de ahí a que por ejemplo haya yo visto un capítulo completo, nada más lejos de la verdad. Así que ahora que me tocó verla, me sorprendí al descubrir que se optó por darle un enfoque distinto para que funcione en lugares fuera de Estados Unidos, haciendo que Mr. Rogers, a pesar de que su programa es la premisa principal de la cinta, no sea el personaje principal de la película.
Basada en el perfil que le hicieron hace algunos años para la revista Esquire (Junod, Tom. 1° noviembre, 1998. “Can you say… Hero?!” Esquire) y situada como si de un capitulo de “Mister Rogers’ Neighborhood” se tratara, con el tema musical en el piano, sets de miniatura cuando alguno de los personajes viaja, y con el famoso Fred Rogers (Tom Hanks) entrando por la puerta del set para cambiar su saco por el famoso suéter rojo, y sus zapatos por tenis, éste nos presenta al verdadero protagonista, Lloyd Vogel (Matthew Rhys), un cínico y apesadumbrado periodista al que le encargan escribir una pequeña semblanza de este querido presentador de show infantil, trabajo que acepta a regañadientes, pues parece ser algo muy por debajo de su talento, pero que está por descubrir que, siendo tan venerable, amable y siempre empático, Fred Rogers está a nada de cambiarle la vida completamente; en especial, cuando tras tomarle especial cariño, lo ayude a enfrentar los problemas que ha tenido con su padre (Chris Cooper) durante años.
“Un Buen Día En El Vecindario” se aleja completamente de ser un “biopic”, y se transforma en un vistazo simplificado a cómo Mr. Rogers afectó y cambió las vidas de varias generaciones de niños, jóvenes y adultos. Un personaje que durante años ha sido visto como sencillo, a veces demasiado bueno para ser verdad (cosa que en ocasiones te hace dudar si efectivamente puede haber alguien taaaan bueno) estos momentos de serenidad y paz que el personaje transmite, se pueden realmente identificar en varios episodios del programa, pero, para mantenerse apegado a la realidad, el director se toma algunos pequeños momentos para demostrarnos como era que Rogers lidiaba con los sentimientos negativos, y que era tan humano como cualquiera de nosotros.

El escepticismo de Lloyd hace un contraste especial con la amabilidad de Mr. Rogers, pues siendo un hombre herido por su pasado, y que ha decidido cerrarse completamente al mundo exterior para protegerse y sobrevivir, la entrevista con este inusual personaje y su filosofía de vida, de pronto toma tintes de una terapia psicológica para llevarnos en un interesante viaje emocional, y que da pie a un gran desarrollo de los personajes conforme más los vamos viendo en pantalla, y es exactamente ahí, donde la película funciona, aún si nunca has visto un capitulo del legendario programa.
Me parece que Tom Hanks es la única celebridad de Hollywood que podría meterse en los zapatos (o tenis) de alguien tan glorificado como Fred Rogers. Lejos de intentar convertirse en él exactamente, éste logra muy convincentemente adoptar sus manerismos para convencernos con su increíble interpretación, con un ritmo lento y pausado al hablar, fan de saludar a sus fans de mano y abrazo, y una vulnerabilidad al caminar. Sabemos que no es un personaje de televisión al que está interpretando, si no a un hombre de carne y hueso, con sus propios miedos y pesares. Una interesante manera de mostrar a dos famosas personalidades, ambas concentradas en la figura de Fred Rogers, una de las celebridades más humanas y amables que alguna vez han existido en la industria del entretenimiento.
Para aquellos que les gustaría complementar y saber un poco mas del famoso Mr. Rogers, les recomendaría buscar el documental “Won’t You Be My Neighbor?” de Morgan Neville, del cual, al igual que con “Un Buen Día…”, seguramente alguna lagrimita se les escapará, pero que funciona como buena pieza de compañía acerca del hombre del suéter rojo y tenis con su infinita capacidad de conectar con cualquier sentimiento para desestigmatizar la manera en que la gente conectaba o hablaba sobre sus sentimientos. En un mundo donde muchas cosas nos dan miedo, ansiedad, el súper poder que este señor tenía (y sigue teniendo) es el de demostrarte, que las cosas pueden ser diferentes si tú así lo decides…
Sí Señor Rogers, sí quiero ser su vecino.
