Review de “The Great”… pesada es la corona

La primera característica a notar cuando empiezas a ver “The Great” es cierto asterisco juguetón que describe a la serie como “una historia ocasionalmente cierta”, este pequeño detalle, aunque tal vez pequeño y frívolo, permite a la serie liberarse completamente de la usual obligación que suelen tener los dramas históricos, para así unir, de manera propia, los puntos de la historia. Gracias a esto la serie se permite moverse dentro del terreno de sátira “mas o menos parecida” que en el de ser un retrato fiel de lo sucedido durante aquellos complicados años de la historia de Rusia, aquellos seis meses entre los que Catherine (Elle Fanning, también productora ejecutiva de la serie) llego al país para casarse con Peter (Nicholas Hoult) y el camino que emprendió esta para destronarlo y convertirse ella en la emperatriz rusa mas longeva de la historia.

Catherine llega ala corte con una visión casi poética de lo que será su matrimonio con Peter, así como del mandato que establecerán como pareja en Rusia, pero no necesita pasar mas allá del primer encuentro para descubrir que este es un petulante insensible, lo que la obliga a idear un pronto plan que asegure no solo su propia supervivencia, si no la grandeza de Rusia. Pronto comenzara a hacerse de aliados, entre ellos el siempre informado asesor Orlov (Sacha Dawan), a su amante Leo (Sebastian De Souza), asignado a ella por el propio Peter, y su sirvienta Marial (Phoebe Fox), quien alguna vez fuera dama de la corte, pero que por culpa de su padre fue degradada. Siendo que Peter solamente tiene ojos para darse cuenta de lo “fabuloso” que es, además de estar rodeado de gente, como su arzobispo (Adam Godley) y su mejor amigo Grigor (Gwylim Lee) que solo se dedican a solamente adularlo, Catherine tiene oportunidad de armar un plan para deshacerse de el, aunque el camino a esta meta probará no ser nada sencillo, pero este será el que forje su personalidad, lo que eventualmente le otorgará el calificativo de “La Grande”.

Creado por Tony McNamara, coescritor de “The Favourite”, “The Great” sortea su camino entre comedia y drama con excelsa facilidad. La facilidad y normalidad con la que Catherine, Peter y sus súbditos se insultan (de maneras bastante entretenidas) unos a otros es bastante funcional, cada uno de ellos, tan lacerante como la actitud de Peter (fabulosamente interpretado por Hoult en una manera que te hace preguntarte como demonios puede odiar tanto a alguien que te cae tan bien). Otra de las cosas que llama mucho la atención, es el diseño de producción y el vestuario, pues ambas atinan a lo exuberante de la época, dibujando un retrato muy acertado de la corte rusa de aquella época, indulgente, brutal y excesiva, con inmensos e interminables festines, provocadoras fiestas, siempre acompañados de alguna rabieta terminada en alguna desgracia, traición o una bolsa llena de cabezas de soldados suecos. Y como esta versión de la historia, tal como lo dijimos al principio, no se preocupa por ser históricamente correcta, se permite tener un cast racialmente diverso que apunta mas hacia la funcionalidad de la historia, además de incluir a Catherine dentro del empuje feminista, tan sonado en estos tiempos, pero sin convertirlo ese el tipo de movimiento toxico que ataca a algunas producciones, si no un feminismo inteligente y bien llevado.

La tendencia con la que si cuenta la serie, es la de agresivamente puntualizar varias escenas con sexo (ya haciéndola no apta para publico) y sangre, al punto que llega un momento de ser mas predecible que impactante (pero finalmente una buen y arriesgada apuesta por parte de una producción que aprovecha las no restricciones de contenido de la cadena). La combinación de todos estos factores convierte a “The Great” en una picante y entretenida pieza de confusión y reinterpretación histórica, que nos presenta de manera muy entretenida la naturaleza miope de la aristocracia, misma que llevo a Rusia a su revolución, así como mostrarnos una cara de los peligros de los lideres sin vocación que se rodean de seguidores ciegos que dicen “si” a todo con tal de quedar bien.

A pesar de desviarse completamente de ser una historia históricamente fiel, el camino de Catherine a la grandeza es una buena historia a la que vale la pena echarle un ojo, aunque sea para solo pasar un buen rato… ¡HUZZA!

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