
Si James Gunn tiene una fortaleza dentro de su estilo de hacer cine, es el saber manejar perfectamente a los “underdogs”, aquellos personajes por los que nunca apostarías un peso como héroes de la historia, y que mucho menos, darías como posibles ganadores, pero con los mismos “Guardianes de la Galaxia”, lo vimos dar vida a un grupo de superhéroes de Marvel nada conocidos, para elevarlos a nuevos iconos de la cultura pop. Y es así, que este alumno de “Troma”, tras ciertas complicaciones vividas gracias a la generación “políticamente correcta”, que ahora trae a la pantalla grande a una nueva versión (en un soft reboot, donde no sigue, pero tampoco niega la anterior) de “The Suicide Squad”, con un nuevo equipo de “antihéroes” y mucha, mucha… muuuuucha sangre.
Desde la primera escena se comienzan a corregir grandes problemas de la original de David Ayer, y en lugar de tener una hora de presentaciones de los personajes (zzzzz), simplemente toma a un grupo de villanos para mandarlos a una primera misión llena de acción y muchas balas. Por cierto, al no se una secuela directa, no es necesario ver la anterior, y yo hasta les recomendaría no hacerlo… nunca… por ninguna razón y… ya saben… salud mental.
Una vez mas (y sin necesidad de cambiarla, por que la verdad el personaje le ha quedado perfecto) Viola Davis regresa como Amanda Waller, jefa del grupo conocido como “Task Force X”, mejor conocido como “Escuadrón Suicida”, equipo compuesto por villanos superpoderosos, los cuales son reclutados para cumplir las misiones mas peligrosas, a cambio de reducir su tiempo tras las rejas, pero ojo, si estos deciden salirse de la misión, llevan un chip implantado en la base del cerebro que Amanda puede hacer estallar en cualquier momento… así que si, pueden esperar a que varios de estos personajes no regresen a casa.

En esta ocasión, la “Task Force X” debe ir a una isla sudamericana llamada Corto Maltese, formada por Rick Flag (Joel Kinnaman, a quien le hacen mucha más justiciar en esta ocasión), la siempre perversa Harley Quinn (Margot Robbie) así como Captain Boomerang (Jai Courtney), Savant (Michael Rooker) Blackguard (Pete Davidson), T.D.K. (Nathan Fillion), Javelin (Flula Borg), Mongal (Mayling Ng), y el muy extraño Weasel (Sean Gunn), mientras que, sin que ellos lo sepan, un segundo grupo compuesto por Bloodsport (Idris Elba), Peacemaker (John Cena), Polka-Dot Man (David Dastmalchian), Ratcatcher 2 (Daniela Melchior), y el personaje “me robo toda la película” King Shark (Sylvester Stallone), mejor conocido como Nanahue, y cuyo super poder parece ser el querer comerse a todo mundo a todas horas, tendrán la misión de destruir una prisión secreta en el corazón de la isla, donde se experimenta con un peligroso ser extraterrestre mejor conocido como Starro. Si, esperen mucho caos.
Y es precisamente el “caos” la opción estética de Gunn, quien toma completamente por asalto sensorial la pantalla, pero siempre con el tino de permitirte disfrutar lo que ves y lo que escuchas, sin que esto en algún momento se vuelva abrumante (como hemos visto pasar en blockbusters anteriores) llevándonos en lo que podríamos describir como “un parque de diversiones donde ninguno de los juegos tiene frenos” calibrando muy bien comedia y acción, humor y violencia, aprovechando de muy buena manera su clasificación “C”, probando que es así (tal y como hicieran “Logan” y “Deadpool” antes) que así es como se hacen las películas de antihéroes… con muchas tripas desparramadas y miembros esparcidos por todos lados. Se nota a leguas cuando el equipo detrás de la historia se está pasando un gran momento, lo cual se vuelve contagioso para el espectador.
Son dos los únicos peros que pondré, siendo el primero, y no porque Margot Robbie lo haga mal, para nada, me parece que tiene muy bien comprendido a su personaje, pero ya se comienza a sentir un agotamiento terrible de la eterna figura de Harley Quinn… DC necesita aprender a no depender de ella para todo, y si somos sinceros, la película podría funcionar aún sin ella. Espero en verdad, que le den un buen descanso dentro de sus siguientes películas, para evitar un completo hartazgo (que miren suficiente de ese tuvimos con la pésima “Aves de Presa”. Y segundo, también creo que DC necesita ser un poco mas minucioso y ambicioso con sus guiones, pues la historia termina sintiéndose un tanto genérica, sin punch, en ningún momento se siente como un parteaguas o algo que mueva los cimientos sobre los que se mueve, y eso me parece importante, si es que la compañía en algún momento en verdad pretende arreglar la continuidad de su universo.
