
Chloé Zhao, directora de la nueva cinta del MCU, Eternals, tiene un sello propio muy marcado, admirado y si, por demás bello, pero, ¿que tanto se le puede imprimir esto a una cinta de Marvel, una película Blockbuster en la que la gente esta necesitada de ver batallas impresionantes de héroes contra villanos, y no tanto paisajes hermosamente representados bajo su lente?
¿El resultado? Una película complicada dentro del género de superhéroes (que cabe aclararlo de una vez… Eternals NO es una película de superhéroes tal y como conocemos) que además se da el lujo de durar dos horas treinta y siete minutos… ni siquiera el masivo cast con el que cuenta logra salvarla del todo, a pesar de tener momentos interesantes, pues termina sintiéndose apurada, poco satisfactoria, demasiado comprometida con su propia mitología, siempre queriendo meter con calzador, escenas donde quieren darnos una cantidad enorme y un tanto excesiva de información para hacernos “conocer” a los personajes, lo que evita que esto se sienta orgánico y natural. Al final puedes salir con la sensación de no haber entendido realmente que paso, pero peor aún, de que tampoco te importa.
No es para nada lo mismo admirar la obra de Zhao, por ejemplo en Nomadland, donde se llevo la presea, muy merecida, por Mejor Película y Mejor Director, donde eso parte de lo que se debe disfrutar de la cinta, y donde nadie, esperaba que Frances McDormand levante el vuelo y se ponga a pelear con su superfuerza… y admito que para mí, su elección detrás de la cámara era algo que llamaba mi atención, pues seria interesante verla ocupar esa visión cinematográfica suya dentro del universo Marvel, y si, es innegable que a lugar donde decida poner a sus Eternal, le encuentra una increíble magia visual, desde hermosas playas, pasando por temibles nubes de tormenta, hasta atardeceres que roban el aliento, desde la antigua Babilonia hasta Dakota del Sur… pero ¿de que sirve tanta belleza cuando no alimentas a la gran bestia cinematográfica de acción que tienes enfrente?

Los Eternals son un grupo de seres inmortales, creados por los Celestials, que han vivido en la Tierra desde tiempos inmemoriales, cada uno de ellos, dotado con poderes especiales únicos, pero juntos, son una fuerza imparable (que de pronto se dan permiso de ayudar a la humanidad a evolucionar tecnológicamente). Un equipo muy distinto a lo que estamos acostumbrados con los Avengers, y, como lo ha venido planeando Marvel desde hace tiempo, uno de los mas inclusivos, ya que son dirigidos por una mujer, la siempre sabia Ajak (Salma Hayek) y después por Sersi (Gemma Chan), la velocista del equipo Makkari (Lauren Ridloff) que es sordomuda, Thena (Angelina Jolie), su más fuerte guerrera, sufre de una enfermedad mental, Sprite (Lia McHugh), una chica un tanto andrógina, destinada a siempre ser joven, y Phastos, el inventor (Brian Tyree Henry) primer personaje abiertamente homosexual de este universo, con un hijo adoptado, y que previene el sentirse forzado, le viene muy natural a la cinta, al saber que son personajes mucho mas que humanos, siendo este, probablemente, su mas fuerte punto a favor, pues es algo totalmente diferente, que deja asentado un precedente. El resto del equipo lo forman Ikaris (Richard Madden), Kingo (Kumail Nanjiani), Druig (Barry Keoghan), Gilgamesh (Ma Dong-seok) y, fuera del equipo, Dane Whitman (Kit Harington), quien mas adelante, esta destinado a convertirse en Black Knight.
¡Ah sí! También es la primera cinta del universo donde tenemos un par de sus personajes tienen sexo, cosa que no habíamos visto antes, dándole así una sensación de más vulnerabilidad de aquí en adelante a estos poderosos e inalcanzables seres.
Después de todo esto, si, la cinta tiene una historia, pero no se preocupen, seguramente la borraran de su cabeza apenas termine, justo como ocurrió con Black Widow… Los Eternals están distribuidos a lo largo y ancho del planeta, llegaron a la tierra en una nave que tiene forma de Dorito negro espacial, y desde hace años, se esconden entre nosotros para protegernos de unos temibles monstruos llamados Deviants, pero que se ven obligados a reunirse una vez más, tras cientos de años de no verse, deben reunirse una vez más, para detener un evento cataclísmico de proporciones apocalípticas, que, una vez que terminan, se sienten un tanto alienadas de la línea que hemos estado siguiendo dentro de este querido universo… como que si no pasaran, todo seguiría completamente igual.
Buenos actores, mostrando lo mejor de cada uno, con una historia que pretende introducir demasiados personajes, de por sí, no solo completamente desconocidos (para quien no es fan duro de los comics), si no también complicados, y que terminan, lamentablemente, sintiéndose solamente como un engrane más, uno prescindible, dentro de la monstruosa maquinaria cinematográfica de Marvel.
